Isabella dio unos pasos hacia adelante, pero Cristina la detuvo.
—¿Qué pasa? —preguntó Isabella.
—No vayas. La última vez que competimos en la carrera fuera de la ciudad, no pude ganarle.
En realidad, lo decía porque Sofía e Isabella no se llevaban bien, y acercarse a ella solo provocaría que Sofía se molestara.
Al recordar lo que pasó la última vez, Isabella se puso todavía más seria. Siempre había tenido mal carácter y no toleraba que la humillaran. Las palabras de Cristina solo la hicieron enojar más.
—¡Eso fue porque no la conocíamos bien en ese momento, por eso perdimos! ¿Crees que si me das otra oportunidad voy a dejar que me humille otra vez?
Isabella suspiró, irritada.
—¡No hables bien de los demás si es para menospreciarte a ti misma!
Allá afuera, el que se atreviera a hacerle daño terminaría de rodillas frente a ella.
Recordaba claramente que, en la Semana de la Moda, un actor de poca monta la había sacado de quicio, pero al final, fue él el que terminó arrodillado pidiendo disculpas.
Sofía había sido la primera persona que la había hecho pasar por una humillación tan grande.
—¿No ves que hay un hombre a su lado?
Aunque Isabella sabía que Sofía se había divorciado de su hermano, ver a Sofía al lado de otro hombre le molestaba sin ninguna razón.
Era extraño. Isabella siempre había pensado que Sofía no era digna de su hermano, y que el divorcio era lo mejor que podía haber pasado.
Pero verla tan rápido con otro hombre, justo después de su divorcio, le pareció demasiado, e Isabella no estaba preparada para eso, lo que la hizo sentir incómoda.
Aunque no tenía una buena razón, Isabella simplemente no se sentía bien, y cuando algo la incomodaba, no podía dejarlo pasar.
Tenía que ir a ver; de lo contrario, la curiosidad no la dejaría dormir esa noche.
Al mismo tiempo, también tenía que cumplir con el encargo de Diego.
Cristina sabía que Isabella siempre actuaba por impulso, y no pudo hacer nada más para detenerla.
***
Sofía mantenía su costumbre de visitar el hogar de ancianos una vez al mes. La última vez, todavía no había recibido los papeles del divorcio y no lo había superado del todo. Pero ahora que todo había terminado, se sentía diferente, y su estado de ánimo también había cambiado.
La anciana no levantó la cabeza.
Sofía miró a Sebastián.
—Inténtalo.
Sebastián le echó una mirada a Sofía, dejó lo que estaba haciendo, se agachó frente a la abuela y empezó a llamarla, como si cantara.
—Abuela, abuela, abuela...
Por fin, la abuela reaccionó. Se molestó al ver a Sebastián, miró a otro lado y mostró su desprecio.
Sofía se rio y también se agachó frente a la abuela.
—Abuela...
Cuando vio a Sofía, la abuela sonrió de inmediato, pero la confundió con otra persona.
—Paloma, ¿eres tú...?

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano
Por favor otros medios de pago para poder conseguir monedas😫...
Muy hermosa pero hay mucha dificultad para leerla porque hay que tener monedas y sin ellas no hay acceso a los capítulos hay que tener otros métodos de desbloqueo gracias...
Please can you publish more than 6 chaps/day.. And today no chaps ???...
🥲...
Pague la aplicación y aún me faltan párrafos deberían prestar más atención en la traducción xq falta contenido no vuelvo a comprar en su aplicación...
Xq no ponen toda la novela de una sola vez me encanta y siempre tengo que esperar al otro día...
Me encanta la pasión la frialdad lo intenso ay no tiene de todo...
Es interesante...