Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 360

—¿Tienes algo que decir? —preguntó Sofía.

—… No es nada, solo quería saludarte —respondió Cristina, dudando.

Sofía no dijo nada.

Cristina en serio quería hablar un poco con ella, así que le contó que su abuelo había tenido un derrame cerebral y ahora estaba en coma, por lo que de vez en cuando iba a visitarlo.

También le mencionó su especialidad, pues quería ver si Sofía sabía algo sobre técnicas de hacking. Aunque su intuición le decía que Sofía sí sabía, ella no dijo nada.

Cristina no tuvo más remedio que seguir hablando sola.

Sofía se quedó callada, hasta que al final no pudo evitar interrumpir a Cristina.

—Si Isabella supiera que andas tan animada conmigo, ¿todavía serías su amiga?

Cristina se sintió muy avergonzada.

—Ella ya casi llega a verme, estamos hablando en secreto, no pasa nada.

—…Vete. No tengo nada que hablar contigo —dijo Sofía, ya que Sebastián estaba por llegar y no tenía tiempo para hablar.

Cristina pensó que Sofía era muy distante, pero tal vez era masoquista. Cuanto más la ignoraba, más ganas le daban de acercarse.

Aprovechando que Isabella no estaba cerca, Cristina se armó de valor y le confesó:

—Sofía, en serio me caes muy bien, ¿podemos agregarnos?

Cristina era tan insistente que Sofía se sintió un poco incómoda.

¿Acaso había tenido algún contacto con ella antes?

¿De dónde salía esa atracción tan repentina?

—¿Qué te gusta de mí? —preguntó Sofía, mostrando un poco de curiosidad.

—¡Es difícil de describir! Me encanta tu personalidad, también me gustas físicamente… En resumen, ¡me caes muy bien! ¡Agrégame!

Cristina sacó su celular rápido, lanzándole una mirada de súplica a Sofía.

Ella no tuvo más remedio que ceder.

—No hace falta. No quiero tener ningún tipo de relación con Isabella ni con sus amigos.

Cristina pareció decepcionada, pero no se rindió.

—¡Te prometo que no te voy a molestar! Si no te caigo bien, me bloqueas cuando quieras, ¡te lo juro!

Sofía no pudo evitar pensar que Cristina era demasiado insistente.

Al final, decidió agregarla, ya que siempre podría bloquearla si era necesario.

A Cristina se le iluminó la cara cuando vio que Sofía aceptó.

—¡Gracias!

—Cristina, ¿qué haces aquí? ¡Llevas mucho rato acá adentro!

Cristina, al escuchar su voz, miró rápido para otro lado, e Isabella la reconoció a lo lejos.

—¿Esa es… Sofía?

Y también vio a Sebastián.

—¿Por qué hay un hombre junto a ella?

Isabella nunca había visto a Sofía acompañada de otro hombre. Sebastián era más alto que ella, y estaban bastante cerca el uno del otro.

Además, él le ayudaba a llevar sus cosas. Todo indicaba que no era un desconocido.

Isabella se sintió incómoda.

Sofía y su hermano se habían divorciado, pero ¿cómo podía estar Sofía con otro hombre tan rápido?

Su actitud había cambiado demasiado rápido.

En su mente, Sofía no debía estar con otros hombres.

Isabella le dijo a Cristina:

—¡Vamos, vamos a ver qué pasa! Si hay algo raro, se lo voy a contar a mi hermano.