Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 366

Isabella quería quitarle el celular.

—La última vez fue una foto, ahora es un video, ¿me crees?

—... ¡Te creo! ¡Te creo!

Nadie sabía quién era Sun en su vida privada.

Isabella quería conocer más sobre su ídolo, qué ropa usaba, qué comía, y no dudaba en comprarse lo mismo.

—¿Vas a venir a molestarme otra vez?

Isabella pensó que, si conseguía invitar a Sun a su fiesta de cumpleaños, podría hacer que sus amigos se volvieran locos de la envidia. No quería perder esa oportunidad.

—¡Te lo prometo, no lo haré!

Sofía era Sofía, y Sebastián era Sebastián.

No iba a molestarla a ella, pero eso no significaba que no pudiera meterse con Sebastián.

Hacía mucho tiempo que Isabella no encontraba a alguien que se atreviera a provocarla, y mucho menos a intimidarla. ¡Tenía que darle una lección a Sebastián, hacerle entender que había gente en este mundo con la que no debía meterse!

Como ella, Isabella.

Haría que Sebastián se arrodillara frente a ella y le suplicara.

—Isabella. —La voz de Valentina sonó de la nada desde un lado. Le echó una mirada seria a Sofía y luego, sin darle importancia, miró a otro lado—. ¿Te molestó?

Isabella todavía no había reaccionado cuando Valentina le acarició la cabeza.

—Desde que naciste, nunca te han lastimado, ¿verdad? Ve a contarle a tu hermano, él te va a defender —dijo Valentina con tono protector, como una hermana mayor.

Isabella pensó que Valentina también lo sabía, pero para que su fiesta de cumpleaños fuera un éxito, necesitaba a Sofía.

Por supuesto, Isabella todavía quería mucho a Valentina; por lo menos ahora la veía mucho más agradable que a Sofía.

La agarró del brazo.

—¡Nadie se atreve a molestarme! —dijo, y luego preguntó—: ¿Cómo llegaste aquí?

—La acompañé, estábamos con Manuela —respondió Valentina.

Isabella se mostró indiferente al escuchar el nombre de alguien a la que no conocía.

—Tengo algo que hacer, me voy.

Era muy aburrido quedarse ahí, y todavía tenía que pensar en cómo darle una buena lección a Sebastián.

Después de hablar, Isabella jaló a Cristina y se fue.

—¿Por qué trajiste a Valentina aquí?

Manuela vio la furia en la mirada de Sofía y le preguntó con tono preocupado:

—¿Te molestó?

—¿Por qué? —preguntó Sofía.

—Pasaba por aquí y, como es día libre, ella decidió acompañarme a hacer unas compras.

Manuela intentó tomarle la mano a Sofía, pero ella la apartó.

—No quiero que vuelva.

Sofía habló con firmeza. Manuela se molestó.

—¿Qué te pasa ahora? Valentina solo vino a acompañarme, no la hice entrar a ver a tu abuela. ¿Por qué estás tan enojada conmigo?

Sofía siempre había tenido una relación excelente con Manuela, pero desde que ella se casó con la familia Herrera, la relación se había enfriado.

Era la decisión de Manuela, y Sofía solo podía respetarla.

Pero sentía que poco a poco estaba perdiendo a Manuela. La tía que antes se preocupaba por ella por un simple resfriado, ahora ya no estaba ahí para ella. El tiempo, la energía y el cariño de Manuela se los llevaba su nueva familia, y poco a poco, Sofía perdía a esa tía que siempre la había protegido.