Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 398

Mónica observó la reacción de Alejandro después de su comentario.

Como secretaria, Sofía era muy valorada por él. Le gustaba tenerla cerca para los compromisos. Una renuncia repentina podía traerle problemas.

Aun así, Mónica no estaba segura de si ella ya le había contado algo.

Al final, él se molestó un momento y respondió:

—Lo sé. No llames a nadie más. Rodrigo va a ir conmigo.

—Está bien. —Mónica no pudo ver qué sentía él. Seguramente ya habían tratado el tema. Mejor no siguió con eso.

Cuando Mónica salió, él se molestó más. ¿Por qué Sofía decidió renunciar de repente?

Podía marcarle y aclarar todo en cualquier momento, pero después de lo de anoche no quería cruzar palabra con ella. Le daba miedo escuchar algo que no quería. Por ahora tocaba enfocarse en el trabajo y el viaje.

De repente entendió por qué Sofía había guardado los bloques que él mismo le regaló en el armario. Nunca lo vio como algo tan importante.

En ese instante sintió envidia de Diego. Sabía lo difícil que era para ella enamorarse. Y Sofía había amado con todo a Diego…

Se le notó la rabia en la mirada. Le faltaba poco, muy poco, para estallar.

Respiró hondo, contuvo esa emoción y regresó a su modo calmado y controlado de siempre.

Le avisó a Rodrigo que Mónica ya tenía listo lo del viaje. Cuando Rodrigo llegó a la oficina, él se puso de pie y fue directo a la puerta.

Rodrigo notó al instante el mal humor. Al pensar en Diego, entendió por qué.

Al pasar por secretaría, Sofía vio su cara amenazante.

Cuando él cruzó, ella miró a Rodrigo, que le susurró:

—Diego.

Sofía entendió de inmediato.

—¿Te interrumpí? ¿Tan poquito me aguantas?

—No es que no te aguante —respondió Diego. En el fondo le molestaba el interés de Gabriel por Sofía, aunque sabía que era pura curiosidad.

—Vengo a ayudarte. ¿Qué malas intenciones voy a tener? —aseguró Gabriel.

Se conocían demasiado bien. Entre los dos, casi no hacían falta palabras.

Lo que Diego no esperaba era que Gabriel estuviera tan al pendiente de su exesposa.

Ya sabía que Alejandro traía algo con Sofía. Ahora iba a dejar que esos dos hermanos se midieran, y él iba a aprovechar la oportunidad.

No hacía falta preocuparse. Si se ofrecía, Gabriel siempre iba a echarle la mano.

Entre ellos el lazo siempre fue fuerte.