Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 397

Alejandro escuchó a Sofía.

—Alejandro, ve a descansar.

Esas palabras lo frenaron por completo.

Fue como si el miedo le llegara de repente.

Alejandro agradeció que Sofía estuviera borracha.

Si no, ella habría notado todo.

En ese momento no pensó en si ella lo amaba o no.

Pensó en si ella lo iba a despreciar.

¿Creería que era un hombre manipulador lleno de trucos?

Alejandro se contuvo.

Guardó a la bestia que traía adentro y volvió a ser el tipo sereno y controlado de siempre.

—Descansa —dijo Alejandro.

Se levantó y cerró la puerta del cuarto.

Sofía se frotó la cabeza porque todavía le dolía.

Por un momento sintió que una bestia la estaba mirando.

Se sintió vulnerable, como una oveja a punto de ser devorada sin poder hacer nada.

Qué miedo.

Pensó que tal vez estaba tan borracha que ya estaba viendo cosas.

Se dijo a sí misma: nunca más voy a beber así.

Se acostó y se quedó dormida.

Alejandro volvió a su cuarto y se acostó.

Traía la cabeza inquieta.

No pudo calmar lo que traía por dentro, pero poco a poco se fue tranquilizando.

Algún día iba a sacar a Diego de la mente de Sofía.

Hasta que solo quede él, Alejandro.

Desde niño nunca compitió con Diego por nada.

Siempre cedió.

Pero con Sofía no iba a hacer lo mismo.

***

A las cuatro de la mañana, Alejandro recibió una llamada de Carlos.

A esa hora no lo llamaban a menos que fuera algo importante.

Contestó la llamada.

—Diego me tiene en la mira —dijo Carlos.

Alejandro suspiró cuando supo que Carlos no dejaba escapar nada.

Aunque esta vez había causado problemas, era probable que no lo descubrieran.

Carlos pensó que Alejandro de verdad tenía todo bajo control y decidió esperar.

—Está bien, te voy a esperar —dijo Carlos, con una mirada llena de astucia.

***

Por la mañana, Sofía se levantó y no vio a Alejandro.

Desayunó y se fue directo al trabajo.

Tenía algo importante que hacer.

Iba a presentar su renuncia con un mes de anticipación.

Cuando llegó a la oficina del secretario principal, le dijeron que Alejandro se fue de viaje de negocios.

Mónica le preguntó si quería acompañarlo.

Sofía le explicó que iba a renunciar.

Mónica se sorprendió un poco, pero entendió que el talento de Sofía no podía quedarse en un puesto de secretaria.

Mónica no intentó retenerla. Ellas siguieron el proceso de la empresa para buscar a la nueva persona.

Cuando llegó la nueva secretaria, Sofía la entrenó y le entregó todo antes de irse.

—Está bien. Entiendo —dijo Mónica.

Cuando Sofía se fue, Mónica tocó la puerta de la oficina de Alejandro y lo vio sentado en el sofá, con un café.

Mónica lo observó un momento y dijo:

—Señor Montoya, Sofía no puede irse. Ha decidido renunciar.