Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 399

—¿Sigues fijándote en Carlos? —Gabriel dijo, serio.

—Ve investigando. Al final vas a encontrar pruebas.

Diego estaba más enfocado en resolver los problemas del Grupo Empresarial Villareal. Las pérdidas no eran muchas, pero la situación era compleja y necesitaba tiempo para arreglarla.

Ahora que casi todo estaba listo, podía regresar. Aun así, quería encontrar pruebas contra Alejandro. Incluso si las encontraba, no necesariamente iba a lograr que él pagara por algo, así que tampoco tenía mucho sentido.

Aun así, Diego sentía que tenía algo que demostrar. Alejandro lo manipuló. ¿Por qué debía ser él el que sufriera en silencio? Quería contárselo a su abuelo, por lo menos para mostrarle que su nieto no era tan diferente de él.

Gabriel tomó unos papeles del escritorio de Diego. Los hojeó y comentó:

—Dylan, en serio, es un inútil. Ni esto puede manejar.

Dylan tenía capacidades. Pero, para Gabriel, no era tan competente.

Diego se molestó y respondió en voz baja:

—Tiene hijos.

—… Está bien. —Gabriel se mostró un poco frustrado—. Pero, por lo visto, nada le ha impedido disfrutar su vida.

Dylan no era tan inútil. El problema era que Alejandro era difícil de enfrentar. La mayoría no podía con él.

—Tú vigila a Carlos. Yo voy a investigar —añadió Gabriel—. Ya que vine, tengo que hacer algo.

Diego no respondió. Se quedó serio.

Gabriel vio una bolsa de compras junto al escritorio. Por curiosidad, la abrió.

Era una pulsera de lirios.

Gabriel sabía que Valentina amaba los lirios. No le sorprendió que Diego se la hubiera comprado. Se incomodó un poco y sintió un poco de disgusto.

Si Diego cambió su actitud hacia Sofía, incluso queriendo recuperar su relación, ¿por qué seguía comprando regalos para Valentina?

Gabriel fingió no saber nada.

—Señor Villareal, es sobre Sofía…

—Ya lo hablamos después. —Diego la interrumpió.

Gabriel, curioso, preguntó:

—¿Qué es lo que no puedo saber?

—Nada de chismes.

Gabriel, haciéndose el desentendido, dijo que ya no le interesaba.

Diego se alejó mientras Chiara se acercaba.

—Según Lucía, Sofía fue a un museo de arte. Tal vez le gusta pintar.

—¿Pintar? —Diego se sorprendió y quedó intrigado.