Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 69

La primera reacción de Carmen no fue que se había metido en problemas con el Grupo Empresarial Villarreal, sino que se sorprendió mucho.

—¿Diego puede llegar tan lejos por Valentina?

Después sintió que había dicho algo malo. Sofía también había sufrido humillaciones frente a la familia de Diego, quien no solo no la defendía, sino que incluso se había convertido en quien la lastimaba. La comparación era brutal, pues ella se sentiría mal al escuchar esto.

Ella asintió, sin dudarlo ni un poco.

—Sí puede.

No se sintió afligida como Carmen lo había imaginado, sino que estaba pensando en soluciones.

De repente se le ocurrió:

—Mañana por la noche habrá una cena benéfica en Casa de la Gloria. Busca la manera de conseguir una invitación y ven a buscarme.

Hizo una pausa.

—Haré lo posible para que puedas quedarte un momento más cerca de Alejandro, para que la gente piense que tienen una relación muy cercana. Si Diego hace algo, habrá gente que considerará la dignidad de Alejandro; que sepan que no eres tan fácil de intimidar. También le daré aviso por adelantado a Rodrigo sobre este asunto.

Lo estaría usando. No sabía si se enojaría... Sofía no podía preocuparse por tanto, Carmen había dado la cara por ella. Solo quería hacer algo para ayudar a su amiga, pero para enfrentarse a Diego, no tenía tanta energía; tenía la opción de usar a Alejandro. Si después él quería que pagara un precio, ella lo aceptaría.

Carmen más o menos entendió. Diego tal vez le haría perder algunos contratos de colaboración, pero habría otras personas que, por Alejandro, elegirían establecer nuevas colaboraciones con ella.

Solo que…

—La última vez que te vi estabas tratando de distanciarte de Alejandro, ¿ahora suenas como si lo conocieras muy bien? —Ella tenía cara de chismosa.

Sofía contestó:

—... En la cumbre de IA del lunes, tú estabas de viaje de negocios fuera de la ciudad, se me olvidó contarte. Alejandro es el misterioso presidente detrás de Corporación Sierra. En esa cena benéfica, iré con él. Me encargaré de presentar los antecedentes de los invitados presentes.

Carmen sabía que ella trabajaba en la Corporación Sierra, pero su conocimiento de Alejandro era general: un magnate de la alta sociedad.

—¡Rodrigo no me dijo nada!

Lugi-X había sido muy popular estos años, y Carmen había ganado mucho dinero con él. Además, Sofía no se sentía muy arrepentida, porque le gustaba más el proceso de desarrollo y su amiga era mejor en las operaciones comerciales.

No era una persona de lujos extremos: veinte millones de dólares podían durar toda la vida. Incluso habiendo invertido diez millones de dólares en la empresa de videojuegos de Sebastián, todavía le quedaba la mitad, más los cinco millones de dólares de manutención de Diego. Y como estaba ganando dinero de nuevo, tenía libertad financiera.

Pero Carmen después de escuchar se veía confundida.

—En ese momento no pensé que Lugi-X sería tan popular. Gané demasiado; no me olvido de los favores recibidos. Después te hice firmar un acuerdo complementario: no era una compra completa, la empresa te da una parte cada año. Te envié el contrato junto con la tarjeta bancaria. En estos tres años los dividendos que te di suman ciento cincuenta millones, ¿no lo sabías?

Ella se sintió confundida. Se quedó aturdida por varios segundos.

—¿Ciento cincuenta millones?

Carmen asintió, más sorprendida que ella.

—Sí, ¿no lo sabías?

Sofía recordó que Carmen le había enviado un paquete muy grande y lo había puesto en el armario de su habitación; no había tenido tiempo de abrirlo y cuando se divorció tampoco pensó en llevárselo, ¡así que todavía estaba en el armario de la villa de Diego!