Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 83

Rodrigo sabía que Sofía podía regular bien sus emociones; pero, aun así, se preocupaba y no pudo evitar mirarla.

Sin embargo, descubrió que Sofía miraba hacia allá con toda naturalidad. Recién divorciada, cada encuentro era una herida. Era normal que Sofía no quisiera verlo. Pero, progresivamente había salido adelante; su mentalidad era diferente.

Además, el divorcio no significaba no volver a verse nunca más en la vida; en el futuro aún tendría que ir con Diego al registro civil para tramitar el certificado de divorcio. Si tenía miedo hasta de un encuentro, era mejor no hacerlo.

Donde alcanzaba la mirada de Sofía, todos eran conocidos.

Diego, Gabriel, Miguel, tres hombres altos, apuestos y cada uno con sus propios antecedentes, entraron vestidos con trajes de etiqueta. Era una entrada que atraía miradas.

Nicolás también vestía traje y seguía detrás de Diego, pero Sofía no tenía ni ganas de mirarlo una vez más. Entre Diego y Miguel estaba Valentina con un vestido lujoso.

Ella llevaba un vestido incrustado de cristales, era lujoso y deslumbrante; brillante y resplandeciente. Junto a las joyas que hacían juego, se veía radiante. Vista de lejos, ese atuendo era muy extravagante.

El vestido de varios millones de dólares del que había hablado Isabella, Sofía lo conocía. No solo Diego se había esforzado, Manuela también lo había hecho. Así que, Sofía ya lo había aceptado hace tiempo. Después de una mirada, retiró la vista con frialdad.

Rodrigo vio que a ella no le importaba; pero, aun así, dio un paso adelante, bloqueando la línea de visión entre ella y su grupo.

No solo era para evitar que Sofía se molestara al verlos, sino que también había notado las miradas no muy amigables de Diego y los demás hacia Sofía. A Rodrigo no le gustaban esas miradas arrogantes.

La preocupación y el cuidado de otros podían hacer que Sofía tuviera la ilusión de que no podía salir adelante; como si fuera incapaz de enfrentar los momentos bajos de la vida, por lo que necesitaba ser protegida y consolada.

En realidad, ella podía enfrentarlo y lo manejaba bastante bien. Aunque no necesitaba el cuidado meticuloso de Rodrigo, podía percibir su gesto amigable. Además, él también entendía la relación entre ella y Diego.

Sofía entonces dijo:

—En dos semanas más, el período de reflexión del divorcio habrá terminado. Cuando tramite el certificado de divorcio, ya no tendré ninguna relación con Diego. No te preocupes tanto.

—Sofía debe ser la secretaria de Rodrigo. En efecto, con su capacidad, no tiene las cualificaciones para ser la secretaria de Alejandro o como para asistir a una ocasión tan importante.

Solo la secretaria principal tenía las cualidades para acompañarlo. Sofía no tenía esos atributos; probablemente había ido a aprovecharse de una invitación al banquete.

Diego no pudo evitar arrugar la cara. Por supuesto que sabía que ella no tenía la audacia de convertirse en secretaria de Alejandro, no necesitaba que se lo recordaran otra vez.

Así que, miró a Nicolás con advertencia. Él se dio cuenta de que mencionarla había arruinado el humor del señor Villarreal, así que ya no dijo más.

En realidad, él también era perezoso para hablar; pero, al encontrarse con Sofía, Nicolás se sintió sorprendido y al mismo tiempo muy disgustado. El señor Villarreal se había casado con una mujer sin autoconocimiento; había tenido muy mala suerte.

Por suerte, era un matrimonio secreto. Las personas que conocían el estado matrimonial de los dos eran pocas. Si no, Digo habría tenido que pasar vergüenza junto con Sofía.