Él Eligió a Otra, Yo Elegí a Su Hermano romance Capítulo 84

Valentina vio a lo lejos a Sofía con su vestido blanco.

No quería negarlo, aunque llevaba un vestido que ella despreciaba. Ese vestido, sin ningún adorno, complementaba muy bien el temperamento frío de Sofía.

Su cabello negro medio largo lo tenía recogido hasta la nuca, con una horquilla de madera, dejando algunos mechones sueltos. No se veía rígido, sino simple y minimalista. Junto con un maquillaje suave, destacaba en el banquete lujoso, lleno de maquillaje pesado y colores llamativos; se veía fresca y elegante, con mucha presencia.

Pero, Valentina sentía que Sofía estaba actuando, como si pretendiera ser especial. Ella se sentía muy molesta. Además, el hombre al lado de Sofía era apuesto y alto, con un temperamento cálido como la brisa de la primavera; se veía excelente.

Ella había sobornado a Lucía con un set de productos de cuidado baratos que ella nunca usaría y se enteró de que Sofía en casa era prácticamente la niñera de Diego, durmiendo con él solo unas pocas veces al año.

Sofía no tenía capacidades profesionales ni la inteligencia emocional para agradar a la gente, ¿cómo podría conocer a un hombre que era tan excelente? Tal vez era una relación laboral. Incluso si lo conocía, el hombre probablemente no la tenía muy en cuenta.

Después de pensar eso, Valentina apartó la mirada, sin interés. Miguel de por sí no sentía nada por Sofía. Además, la actitud fría y distante de Sofía en su último encuentro le había resultado muy desagradable.

Además, ella estaba imitando a Valentina; ese comportamiento era indescriptiblemente patético. Le causaba disgusto y no le prestaba mucha atención. En cambio, Gabriel entrecerró inconscientemente sus ojos.

Él conocía a Sofía mejor que Miguel. También, había sido testigo directo de los conflictos y enredos entre ella y Diego todos esos años. Esto lo hacía estar cada vez más convencido de que estaba cambiada.

La Sofía del pasado, aunque fría, cuando miraba a Diego, sus ojos brillaban; completamente diferentes a como miraba a otros. Pero en ese momento, cuando lo veía, no había ninguna ningún brillo por él.

Vagamente, Gabriel vio una especie de esperanza. Su corazón, sin previo aviso, golpeó fuertemente contra su pecho, pero su rostro no mostró ninguna alteración.

—Rodrigo, Sofía, nos vemos otra vez.

Él los saludó, asintiendo en señal de reconocimiento. Él miró a Diego a lo lejos y casualmente sacó el tema.

—El señor Villarreal trajo a su esposa para hacer una aparición de alto perfil en el banquete de Casa de la Gloria. Después de hoy, todo Puerto Azul conocerá la identidad de la señora Villarreal. Estimo que no pasará mucho tiempo antes de que podamos encontrarnos otra vez en su banquete de bodas...

Antes de terminar de hablar, notó que la expresión de Rodrigo se había puesto un poco sombría.

¡El corazón de Mariano dio un vuelco repentino! ¿Qué pasaba?