El increíble papá de los trillizos romance Capítulo 260

Salieron a toda velocidad en su Aston Martin. Dante tenía una mano en el volante y la otra en la ventanilla, con un cigarrillo entre los dedos. Adriana se mantuvo callada, ya que tenía sentimientos encontrados sobre lo que acababa de suceder. Después de todo, era peligroso estar tan cerca de un hombre como Dante Licano. Él podía ver cada uno de sus movimientos y pensamientos.

Estaba desnuda por completo frente al hombre, sin poder ocultarle nada. Era casi imposible que ella tuviera algún secreto a menos que él no estuviera interesado. Él era capaz de descubrirlo todo si quería. Por lo tanto, tenía que proteger el secreto de las pertenencias de su padre y asegurarse de que él nunca lo descubriera. Por suerte, a Dante no le interesaba, así que no le daría importancia. Justo cuando estaba perdida en sus pensamientos, sonó su móvil. Era la Señora Fresno. Después de ver a Dante, contestó la llamada.

—Sí, Señora Fresno.

—Señorita, ya es muy noche. ¿Está de camino a casa? ¿Está todo bien?

La Señora Fresno estaba preocupada.

—Estoy bien. Llegaré tarde esta noche. Por favor, vaya a dormir…

—¡Mamá! ¡Mamá! ¡Mamá!

Adriana se detuvo a mitad de la frase mientras los trillizos gritaban al otro lado del móvil. Su corazón se detuvo y sin darse cuenta, miró a Dante. Entonces, se dio la vuelta y se tapó la boca para bajar la voz.

—¿Por qué siguen levantados?

—Mami, Diana quiere escuchar cuentos. ¿Cuándo vas a regresar?

La suave voz de Diana llegó desde el otro lado del móvil y derritió el corazón de Adriana al instante.

—Mami llegará tarde esta noche. Por favor, vayan a la cama los tres. Ya son las once.

Mientras hablaba, Adriana miraba de vez en cuando a Dante. Temía que le resultara molesto. Sin embargo, el hombre se centró en la carretera. Aunque su rostro era inexpresivo, su aura de presión hizo que el ambiente se volviera más tenso.

—Mamá, ¿sigues trabajando a estas horas? —Patricio tomó el móvil y preguntó en tono serio—: ¿No te deja salir tu jefe? Dime su nombre. Hablaré con él.

A Adriana le entró el pánico al oír eso.