El Regreso Del Yerno Misterioso romance Capítulo 21

Todos los presentes estaban sorprendidos de lo que escucharon y Elena preguntó confundida:

—¿A qué traje se refiere?

-Al traje que el señor Lara usó anoche. -En ese momento, el señor Guerra miró a Liam y dijo:

-Precisamente el traje que está usando el caballero.

-¿Este traje? -Liam estaba estupefacto. ¿Tenía que regresar el traje?

-Así es. El señor Lara solo lo estaba probando anoche. Si gustan quedárselo, pueden comprarlo de inmediato -dijo el señor Guerra con una sonrisa. —El precio total por él es de 730,000.

Liam sintió que le temblaban las piernas. No tenía esa cantidad de dinero.

-Debe ser un error. Este traje fue un obsequio del señor

Navarro —dijo Elena ansiosa.

—No hay ningún error —explicó el señor Guerra. —Es verdad que el traje lo pidió el señor Navarro, pero no se hizo ningún pago.

Elena quedó boquiabierta y con los ojos abiertos de par en par al escucharlo. Ya que Guillermo Navarro había enviado un auto con un valor de millones y un reloj que costaba casi un millón, estaba sorprendida al escuchar que no pagó por un traje que solo costaba varios cientos de miles.

-Olvídelo. ¡No nos quedaremos con el traje! -dijo Santiago de golpe.

Liam procedió a quitarse el traje desilusionado y se lo entregó al señor Guerra, pero este exclamó sorprendido:

-Me parece que hay algo mal con este traje. ¿Le hicieron alguna alteración?

Liam estaba aterrado por la pregunta y respondió tartamudeando:

-Solo se le hizo un pequeño arreglo, seguro se puede remediar...

-¿Está usted loco? -exclamó el señor Guerra exaltado. -¡Este traje es de Armani y fue hecho a mano por sastres italianos! ¿En verdad lo alteraron? Ahora está completamente arruinado gracias a ustedes.

-No puede estar hablando en serio. Solo son un par de puntadas... -respondió Elena.

El señor Guerra refutó furioso:

-Debe estar bromeando. No se debe hacer ninguna alteración a los trajes ya que son hechos a la medida. Ustedes no tienen otra opción que pagar por él ya que no podrá ser vendido en un futuro, aunque lo regrese a la tienda. El precio es 730,000, ¿cómo prefieren pagar por él? ¿Efectivo o tarjeta?

Todos quedaron estupefactos. De ninguna manera podían pagar una cantidad como esa.

—Me parece que está siendo algo irrazonable. —Elena lo confrontó. —¿Cuál es el problema si solo fueron unas cuantas puntadas? Además, este traje fue un obsequio del señor Navarro, ¿por qué deberíamos pagar por él nosotros?

—Yo solo pido el pago de quien tenga posesión del traje. Si ustedes están inconformes, pueden visitar al señor Navarro y pedirle que lo pague.

Elena no sabía que decir, no era posible que ellos visitaran a Guillermo Navarro por algo como esto.

-Si se niegan a pagar, me veré obligado a llamar a la policía. -En ese momento, el señor Guerra sacó su teléfono en señal de amenaza.

Elena y el resto de la familia estaban muertos del miedo, especialmente Liam, quien estaba tan asustado que comenzó a sudar y parecía que estaba al borde del llanto. Nunca imaginó que crearía tanto problema por haber mandado arreglar el traje por la mañana. Por el otro lado, Sasha estaba contenta de ver el drama. Al fin entendió el significado de las palabras de Mateo de la noche anterior. En verdad no era nada bueno que Liam se haya quedado

con el traje.

De la nada, Elena gritó a todo pulmón:

-¡En ese caso debería ser Mateo quien pague por el traje!

-Mamá, ¿qué tiene que ver Mateo en todo esto? -Sasha no lo pensó dos veces antes de defender a su esposo.

-¿Por qué no? -dijo Elena con los ojos abiertos. -El señor Navarro le dio el traje a Mateo. Él fue quien lo uso anoche y se lo obsequió a Liam. Es obvio que está tratando de sabotearlo al darle el traje sin haber pagado.

-No fue un obsequio, ¡Liam le quitó el traje! -contestó Sasha.

—Él traía puesto el traje anoche. De no habérselo quitado voluntariamente, ¿cómo crees que Liam se lo hubiera arrebatado? Ya me preguntaba por qué estaba tan dispuesto a dejar ir el traje. A mí me parece que todo esto es un sabotaje. Mateo, nunca pensé que fueras tan perverso -dijo Elena furiosa.

-Mamá, esto ya es demasiado... —Sasha la interrumpió.

—¿Estás bien? —preguntó Elena mientras se acercaba. — ¿Cómo lo resolviste?

-Llamé al señor Navarro. Al parecer olvidó pagar por el traje ayer, pero ya le ordenó a alguien que se encargara.

-¿Qué? -Elena abrió los ojos de la impresión y lo confrontó con un tono de voz furioso:

-¿Por qué no le hablaste antes?

-Porque nadie me lo pidió. -Mateo encogió los hombros y continuó:

-Además, Liam se llevó el traje ayer. ¿Qué le iba a decir? ¿Que pagara por él? ¿No pensaría que lo estoy tratando de estafar?

Elena estaba tan molesta que quedo sin palabras. Santiago se le acercó para unirse a la conversación. -Mateo, ¿puedes hablar con el señor Navarro? Si ese es el caso, ¿no podrías llamarle para pedirle más cosas como dinero, por ejemplo? -Elena sostuvo la respiración mientras esperaba la respuesta de Mateo.

—Me temo que no. —Mateo sacudió la cabeza y dijo:

-Cuando lo llamé por teléfono, el señor Navarro me aclaró que estábamos a mano.

Santiago y Elena, llenos de desilusión, comenzaron a criticarlo:

-No tienes remedio.

—Olvídalo, no tiene caso gastar nuestro tiempo con un hombre tan inútil. -Elena tomó el traje y dijo:

-Habíale a Liam para que regrese por el traje.

Santiago llamó a Liam, pero para su sorpresa, Liam estaba tan traumado por el incidente que no se atrevió a llevarse el traje. -Olvídalo, este Liam tampoco sirve de nada, -dijo Santiago. Justo antes de guardar su teléfono, recibió una llamada. —Papá...

-Santiago Coronel, ¡en verdad tienes una hija y yerno sorprendentes! -gritó Erick. -¿Cómo se atreven a robarse nuestra nueva medicina y usarla para curar gente?

¡Prepárense para que los encierren por revelar información confidencial de la empresa!