-¿Decía? -preguntó Mateo.
El guardia de seguridad tragó saliva y lo miraba nervioso.
-Se... señor, ¿podría ver su tarjeta?
-¿Esta? -Mateo no tenía ni idea de lo que estaba pasando al tiempo que sacaba la tarjeta negra de la cartera; esa se la había regalado Timoteo, pero ni siquiera le había dado tanta importancia.
Cuando el guardia de seguridad la miró de más cerca estaba realmente sorprendido.
-Señor, perdóneme por favor, ¿le gustaría pasar y tomar asiento?
-¿Tomar asiento? -Mateo estaba confundido porque apenas hace unos momentos el guardia no lo quería dejar pasar por la ropa que estaba usando, «¿qué está pasando?», entonces entró al lugar y siguió al guardia de seguridad que no se atrevía a tratarlo con desprecio;
incluso lo llevó a un asiento que era cómodo y agradable.
—Señor, disculpe haberlo hecho esperar, si necesita algo por favor pídaselo a uno de nuestros meseros —dijo el guardia antes de irse y llevar la tarjeta consigo.
Mateo seguía lleno de confusión, pero dado que ya estaba ahí, tomó el menú y ordenó algo de comida. Por otro lado, Lalo y Eliana estaban sentados cerca de él y fueron tomados totalmente por sorpresa.
-¿Cómo logró entrar?
—Es obvio que porque nos vio hace rato, no estaba dispuesto a olvidar el incidente así que vino para presumir frente a nosotros.
—¡Se debe consumir un mínimo de 2 mil por comida en este restaurante, ¿crees que pueda pagarlo?
—¡Ja, ja! Como sea, solo hay que quedarnos aquí y observar. Será muy divertido ver como dentro de un rato no podrá pagar la cuenta.
Ambos estaban riendo y bromeando, Lalo incluso tomó a Eliana entre sus brazos y volteó a ver a Mateo en forma de burla. Mientras, el guardia de seguridad subió corriendo a la oficina del restaurante y lleno de pánico y con voz temblorosa, dijo:
—¿Está el señor Morales?
—¿Qué sucede? —El hombre que le contestó lucía algo molesto-EI gerente tenía algo que hacer así que salió, pero ¿qué pasó?
—¡Rápido! ¡Pídale que regrese! -exclamó el guardia con mucha desesperación.
El hombre lo miró:
-¿Estás loco? ¿Qué derecho tienes para pedir que regrese?
El hombre de seguridad apretó la mandíbula y de inmediato le entregó la tarjeta:
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