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El Regreso Del Yerno Misterioso romance Capítulo 46

-¿Decía? -preguntó Mateo.

El guardia de seguridad tragó saliva y lo miraba nervioso.

-Se... señor, ¿podría ver su tarjeta?

-¿Esta? -Mateo no tenía ni idea de lo que estaba pasando al tiempo que sacaba la tarjeta negra de la cartera; esa se la había regalado Timoteo, pero ni siquiera le había dado tanta importancia.

Cuando el guardia de seguridad la miró de más cerca estaba realmente sorprendido.

-Señor, perdóneme por favor, ¿le gustaría pasar y tomar asiento?

-¿Tomar asiento? -Mateo estaba confundido porque apenas hace unos momentos el guardia no lo quería dejar pasar por la ropa que estaba usando, «¿qué está pasando?», entonces entró al lugar y siguió al guardia de seguridad que no se atrevía a tratarlo con desprecio;

incluso lo llevó a un asiento que era cómodo y agradable.

—Señor, disculpe haberlo hecho esperar, si necesita algo por favor pídaselo a uno de nuestros meseros —dijo el guardia antes de irse y llevar la tarjeta consigo.

Mateo seguía lleno de confusión, pero dado que ya estaba ahí, tomó el menú y ordenó algo de comida. Por otro lado, Lalo y Eliana estaban sentados cerca de él y fueron tomados totalmente por sorpresa.

-¿Cómo logró entrar?

—Es obvio que porque nos vio hace rato, no estaba dispuesto a olvidar el incidente así que vino para presumir frente a nosotros.

—¡Se debe consumir un mínimo de 2 mil por comida en este restaurante, ¿crees que pueda pagarlo?

—¡Ja, ja! Como sea, solo hay que quedarnos aquí y observar. Será muy divertido ver como dentro de un rato no podrá pagar la cuenta.

Ambos estaban riendo y bromeando, Lalo incluso tomó a Eliana entre sus brazos y volteó a ver a Mateo en forma de burla. Mientras, el guardia de seguridad subió corriendo a la oficina del restaurante y lleno de pánico y con voz temblorosa, dijo:

—¿Está el señor Morales?

—¿Qué sucede? —El hombre que le contestó lucía algo molesto-EI gerente tenía algo que hacer así que salió, pero ¿qué pasó?

—¡Rápido! ¡Pídale que regrese! -exclamó el guardia con mucha desesperación.

El hombre lo miró:

-¿Estás loco? ¿Qué derecho tienes para pedir que regrese?

El hombre de seguridad apretó la mandíbula y de inmediato le entregó la tarjeta:

-¡Estoy en el restaurante Noches en Shanghái!

Sasha fue tomada por sorpresa y por un momento no supo cómo reaccionar.

—¿Noches en Shanghái? ¿Te refieres al que está a un lado de ese?

—¡No, estoy hablando del mismísimo restaurante Noches en Shanghái! —expresó Mateo.

Entonces, Sasha exclamó:

—¡Deja de bromear conmigo! Solo miembros pueden ingresar.

-Yo tampoco sé qué pasó, el guardia de seguridad simplemente me dejó pasar.

Sasha se quedó en silencio por un momento y luego dijo:

—Espérame, pronto estaré ahí.

Mateo colgó la llamada y después de 10 minutos, Sasha, quien estaba usando ropa ejecutiva, entró al salón; de hecho, tan pronto como llegó, logró llamar la atención de todos los que estaban presentes. Después de todo, era la belleza número uno de toda ciudad Eastcliff, además, era perfecta tanto en apariencia como en su forma de ser. Lalo también fijó su mirada en ella y es que, a comparación de Sasha, Eliana era como un patito feo; como era de esperarse, Sasha hizo que muchos hombres se giraran para verla y que comenzarán a pensar en que cómo podrían coquetear con ella. No obstante, para sorpresa de todos, Sasha se fue directo a la mesa de Mateo y se sentó frente a él.

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