El Regreso Del Yerno Misterioso romance Capítulo 47

Todos los hombres que estaban alrededor miraban a Mateo con envidia.

—¿Qué está pasando aquí? —expresó Lalo—¿Cuál será la relación entre el señor Lara y esa belleza?

Eliana también estaba totalmente desorbitada, aunque sabía que era hermosa, estaba consciente de que Sasha era mil veces más bella que ella. Esa mujer era tan linda como un ángel y estaba sentada junto al pedazo de basura que ella tanto despreciaba; se sentía tan confundida:

«¿Qué tiene ese pedazo de basura que atrajo a una mujer como ella? ¿Lo habré juzgado mal? ¡Tal vez ahora es millonario y muy poderoso! ¡Pero no, no puede ser! Solo es un plebeyo, a lo mejor ella lo confundió con alguien más, seguramente eso pasó».

-¡A lo mejor lo confundió con alguien más! —Eliana no pudo evitarlo y habló en voz alta-Ese tipo de apellido Lara, es un perdedor que no tiene padre, así que ¿cómo podría alguien como él tener relación con una mujer tan

importante?

-¡Tienes razón! -miraba con codicia la situación pensando en todo lo que daría con tal de poder estar con ella, incluso si eso significaba perder algunos años de su vida-¡Voy a cambiarle su mundo! -dijo Lalo con una sonrisa en su rostro, aunque, de hecho, su principal objetivo era coquetear con Sasha.

Eliana sabía perfectamente lo que Lalo tenía en mente y, aunque le dolía el corazón, no se atrevía a decir nada; después de todo, tanto su comida como su vestimenta eran pagados por ese hombre. Con una copa de vino en una mano y sonriendo, Lalo se encaminó hacia ellos.

Mientras tanto, Sasha miraba a su alrededor sin entender qué estaba pasando.

-Mateo, ¿tienes membresía en este lugar?

—No... —dijo al tiempo que negaba con la cabeza.

-¿Entonces cómo entraste? -Estaba confundida.

Mateo le explicó todo lo que había sucedido y eso la dejó todavía más desconcertada, pues sabía lo difícil que era obtener una membresía en Noches en Shanghái, la mayoría de las personas no serían aceptadas incluso después de intentarlo durante mucho tiempo, así que, ¿por qué dejarían entrar a Mateo?

Sasha pensó por un rato, sacudió la cabeza y dijo:

—Olvídalo, no hay que preocuparnos por eso ahora, ¿tienes hambre? ¿Ya ordenaste comida?

-Pero ¿qué hay de la membresía?

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