Isidora sintió un escalofrío recorrerle la espalda sin razón aparente.
Justo en ese momento, Jaime bajó con prisa desde el último piso. Al ver el caos en el centro del vestíbulo y la atmósfera tensa, no dudó en interponerse frente a Santiago, con el semblante serio y voz firme para zanjar el asunto:
—Sobre los rumores recientes acerca del presidente Cárdenas y su esposa, nuestra empresa está realizando una investigación. Por ahora, no responderemos ninguna pregunta relacionada con ese tema.
La presencia de Jaime, asistente principal del presidente, fue tan imponente que al instante los reporteros se callaron, como si les hubieran cortado el aire.
Miraron a Santiago y a quienes estaban detrás de él, tragando saliva y sin atreverse a insistir con más preguntas.
Jaime, previendo la furia mediática, había llamado con anticipación para que los guardias de seguridad acudieran de inmediato.
Dos filas de tipos grandes, vestidos de traje, avanzaron y su sola presencia bastó para intimidar a cualquiera.
¿Quién se iba a atrever a desafiar semejante muro humano?
Isidora, desde un rincón, analizó la situación y apretó los dientes en silencio. De reojo, le dedicó una mirada a Jaime, sintiendo una mezcla de molestia y frustración.
Pero apenas le duró el enojo; enseguida volvió a sonreír con amabilidad:
—Jaime tiene razón. Mejor enfoquémonos en las actividades benéficas que Grupo Cárdenas está por organizar para los orfanatos.
Su sonrisa iluminaba el lugar, los ojos relucían y transmitía una calidez inesperada.
Sin poder sacarle más jugo a la situación, los reporteros perdieron un poco el interés, pero igual hicieron algunas preguntas, aunque de manera más moderada.
Isidora, como responsable principal del evento, respondió con un tono oficial y sin salirse del guion.
Al final, guiñó un ojo directo a la cámara:
—En esa ocasión, Santi y yo asistiremos juntos. Tenemos planeado adoptar a niños con discapacidad para criarlos como familia.
Apenas soltó esa declaración, los reporteros abrieron los ojos como si olieran sangre fresca.
—¿Señorita Rojas, va a adoptar niños con discapacidad? Normalmente los empresarios solo donan dinero o hacen eventos, ¿por qué el presidente Cárdenas quiere adoptar a niños del orfanato? ¿No será que está intentando superar la traición de Sofía?
—¿Adoptar niños no causará conflicto con el hijo fuera del matrimonio de la señora?
...
El bullicio volvió a estallar.
Jaime, sin perder la calma, les hizo una señal a los guardias para contener a la prensa y poco después ordenó desalojarlos de inmediato.
Una fila de tipos robustos bloqueó el paso de los reporteros, obligándolos a retroceder hasta quedar fuera del edificio.
Santiago los miró con una expresión tan dura que nadie se atrevió a replicar.
Jaime, vigilando la reacción de Santiago, se animó a comentar:
—Presidente Cárdenas, esto no va a ser tan sencillo. Aunque Grupo Cárdenas está presionando para bajar el tema en redes, y ya casi lograron borrar las fotos de la señorita Beatriz, todavía siguen saliendo noticias sobre la señora.
—Vuelve a la oficina.
Santiago no le contestó de inmediato, primero le dio esa instrucción a Isidora.
Ella se quedó helada y no pudo ocultar su decepción; era obvio que la estaban apartando de la situación.
Intentó sostenerle la mirada, pero Santiago ni siquiera volteó a verla; salió con paso firme acompañado de Jaime.
La cara de Isidora se tornó oscura de la rabia contenida. Como el lugar estaba lleno de gente, decidió regresar a su oficina sin hacer más escándalo.

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