Ella Aceptó el Divorcio, Él entró en Pánico romance Capítulo 155

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~Scarlett~

Bien, ¡no sabe nada!

—Nunca te he seguido a ningún lado —dije cruzándome de brazos, sintiéndome más segura. Su sospecha solo era sobre esa noche, así que no sabía que yo también escuché de su plan malvado.

—Entonces, ¿porque no pudiste seguirnos el paso? —me corrigió con un tono arrogante. Si Lucas estuviera aquí, seguramente le hubiera respondido, pero no lo estaba.

—¿Siempre eres así de paranoico o no sabes las posibles consecuencias de difamar a alguien, señor abogado? —le sonreí y él respondió con una sonrisa burlona.

—Señor Scott —dijo James Deep y Oliver Scott salió del cuarto con nosotros, igual que Damian Vanderbilt. Los seguí, y no pude evitar mirarlo de reojo.

¿Este hombre es mi hermano? ¿De sangre? ¿Como Gabriel con Ava? Es más alto que Gabriel, pero no tan robusto. Usa lentes, pero, por alguna razón, sentí que era igual de fuerte que Gabriel. ¿Cómo sería Damian si fuera tan protector con su hermana como lo es Gabriel con Ava?

—¿Te gusta lo que ves? —dijo y de repente se giró y lo mire por puro reflejo. Blanqueé los ojos y miré a otro lado, aunque noté su risa burlona.

¡Pero qué pesado!

—Scott —dijo James con un tono indiferente.

Oliver Scott se despidió de Damian y luego se nos acercó de nuevo.

—Entonces, esta es la gran escritora a la que tengo que impresionar para el papel.

Suspiré y me alejé un poco. No me caía para nada bien. No me gustaba que actuara como si conociera a todos, aunque era la primera vez que los veía. Siempre sonriendo, escondiendo sus verdaderas intenciones tras esa sonrisa deslumbrante. Era tan malvado como Damian Vanderbilt.

—Él sería el admirador de la mala — me explicó James Deep con profesionalismo— El personaje se agregó muy tarde, así que no tuve tiempo para buscar al mejor actor que encaje con el personaje, pero igual él es un gran actor y tiene mucho de lo que Adrián... digo, Edward tiene.

Mis mejillas se enrojecieron al escucharlo.

—Ups —Oliver Scott levantó las cejas — ¿Acaso acabo de escuchar algún secreto sucio que nos esconden a los actores?

—No es eso —dije de una vez, pero mi respuesta solo hizo que se burlara.

¡Qué hombre tan irritante!