Embarazada del CEO. romance Capítulo 17

Días después

Decir que estoy viviendo la vida de reina es poco. Mientras estoy en la casa, la señora Gabriela, me hace extensas visitas contándome de su vida y todas las cosas que una madre debe saber antes que nazca su hijo.

Cuando salgo de la casa, hay alguien para llevarme a donde lo necesite y cada cierto tiempo me preguntaban todos como estoy y cuando me refiero a todos, es todos. Alessandro y sus padres, están muy atentos a mí y por eso, me paso todo el día recaudando los datos de los casos mientras respondo a ellos sobre como me siento.

Dalton, un compañero de los cuatro practicantes que somos, me molesta diciendo que tengo muchos novios y a cada uno le respondo algo distinto. Mientras que, los demás, sólo aseguran que tengo una familia emocionada y atenta por lo que este viviendo en mi experiencia cercana a mis próximos trabajos como abogada.

Hoy vamos a terminar después de la medianoche — se queja Alana al traer una pila de documentos.

Deberías prepararte, Kim. Tenemos más de diez pilas iguales a estás — murmura Alfred, entrando a la oficina.

Iré a buscar los documentos. — digo caminando a la salida.

No, recuerda que tu problema de la columna, no te permite estar alzando cosas por poco pesadas que sean — responde Dalton.

Suspiro profundo. Según lo que he escuchado de los chicos, nuestro jefe les informó que no podían dejarme levantar peso por un problema en mi columna y que deberían llamarlo si algo me pasa.

Por lo que, sólo me dejan mantenerme sentado o de pie trabajando si no compromete cargar cosas pesadas.

No es necesario que carguen con todo solos.

No es problema. Somos físicamente dos hombres, pero en fuerza, somos tres. Alana es muy fuerte, más que nosotros — comenta Alfred y Alana lo ignora sentándose a mi lado para darme varias carpetas.

El caso de hoy es grande, no hay tiempo para bromear. — dice y de inmediato, comenzamos a leer el primer caso en el que estaríamos trabajando.

El tiempo pasa y poco es lo que avanzamos. Sin embargo, hemos leído tanto de lo que hay en cada documento, que bien podríamos recitar cada frase de los extensos documentos. Porque al no encontrar algo a favor, releemos lo que ya habíamos entendido.

Si seguimos así, vamos a morir con nuestro primer caso. — se queja Dalton.

Eso es porque no nos estamos enfocando bien en las cosas. Quizás hemos olvidado algo, si nosotros releemos un poco, podríamos…

Odio que tengas tanta energía, Kim. Todos aquí queremos irnos a casa. Pero, tú sigues insistiendo que hay algo más.

Debe haber algo más. — responde Alana y ello causa desespero en Dalton, quien deja caer su cabeza sobre los documentos dispersos frente a él.

Deja de dramatizar, Dalton. Nada de eso va a conseguir que nosotros podamos encontrar algo y solo vas a estresarnos. — responde Alfred.

Todos están en mi contra. Así no puedo ganar — se queja Dalton levantándose de su silla.

¿Vas a renunciar?

No, me he esforzado mucho por llegar hasta aquí. No renunciaría así no más. — responde Dalton — Sólo voy a buscar café y comida. Ya son casi las tres de la mañana y yo necesito energía.

Sin duda, te encanta dar excusas para no trabajar. — comenta Alfred.

Llámalo excusa, pero realmente tengo hambre. Suspendo aquí mientras me alimento con algo y vuelvo. No vayan a estresarse tanto en nuestra ausencia. También es bueno descansar. Una mente despejada te va a ayudar a encontrar una solución más rápido. — le digo levantándome y caminando detrás de Dalton.

Algo que es cierto, es que somos los únicos aquí tan tarde. Por lo que, es normal sentirse fatigados, cuando somos los únicos trabajando y aún no encontramos lo que queremos. En pocas palabras, las horas de sueño han sido sacrificadas por nada.

Alfred es un adicto al trabajo. A veces me estresa

No lo culpes, para él debe ser algo grande estar aquí y por ello, quiere demostrar que no fue un error escogerlo. — respondo encogiéndome de hombros mientras caminamos a la máquina dispensadora de comida.

¿Por qué crees que piensa eso?

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