Narra Kim
La propuesta me causa malestar. Pero más me causa malestar que me lo pregunte con tanta naturalidad. ¿Realmente cree que voy a entregar a mi hijo? ¿Cree que venderé al bebé que tanto me costó tener?
Mis instintos protectores, me incitan a sacarlo a patadas de la habitación. Pero, al recordar que es mi jefe y padre de mi hijo, decido suspirar profundo y dejar que las cosas fluyan sin que me afecten demasiado.
No lo haré. — digo segura.
No se niegue. Aún no le he mostrado el cheque. Uno que tiene varios ceros que la favorecerán — comenta Alessandro y yo niego
Creo que no me está entendiendo. Yo no estoy interesada en vender a mi hijo. Quizás usted crea que es el único que desea tener un bebé, pero no es así. Soy consciente que suena un poco descarado decir esto más cuando le robe a usted.
>> Pero, debo resaltarlo. Para tener este embarazo, recurrí a medidas extremas como robar el esperma de un extraño. Si escucha lo que digo, comprenderá cuan desesperada estuve. Por lo que, sabrá de sobra que este bebé es muy preciado para mí.
También lo es para mí.
No lo voy a poner en duda y por ello, le pido que se ponga en mi lugar y comprenda que, así como usted quiere este bebé para usted, yo lo quiero para mí. Fue por ello, que me inseminé, porque no quería a ningún hombre a mi lado siendo una carga o molestia. — digo firme.
¿Yo soy una carga o una molestia?
En estos momentos, es una molestia — digo molesta.
Vaya que eres desagradecida. Te saqué de un apartamento en llamas y ahora me dices que soy una molestia — se queja el señor Delacroix.
Agradezco que me hayas auxiliado. Pero, lo que me refiero contigo a ser molesto, es que no buscas la manera de llegar a un acuerdo para tener ambos el bebé, sino que, quieres quitármelo y ya. — digo molesta
Eso es lo que quiero. Así como tú no quieres tener un hombre a tu lado y tener a tu hijo sola, yo quiero lo mismo. Así que, eso no está en discusión. Piensa un precio y te lo daré, si quieres un puesto fijo en la empresa, lo concederé. Pero lo que no estoy dispuesto a aceptar, es compartir la custodia del bebé o permitir que te quedes con él. — dice el señor Delacroix seguro.
Tampoco permitiré que te lleves a mi hijo.
No querrás pelear conmigo. No ganarías y eso, solo va a gastar energía y causar decepciones — me advierte mi jefe.
Quizás me gane en dinero, pero ese no es el único método. Si es el caso, iré al aspecto legal o público. Pero jamás voy a dejar que me arrebates a mi hijo. — digo seria
Oh, ya entiendo. Hiciste todo esto para que yo aceptara hacerte mi mujer. Por eso, no quieres aceptar darme el bebé. Quieres amenazarme con el niño. — dice mi jefe sonriendo como si comprendiera algo que realmente no entiendo.
¿De qué hablas?
Ya conozco a las mujeres de tu clase. Seguramente, sabias de mis problemas con Yocelyn. También tuviste que conocer que iba a mi cita de fertilidad y claramente estás al tanto de mi divorcio, porque sabias mi agenda y como es mi vida privada. — dice mi jefe sonriente.
>> Por eso, hiciste tu jugada y vaya que eres muy buena en esto. Porque ni siquiera mi padre sabe lo de la muestra de esperma. ¿Cómo fue que te diste cuenta de todo? ¿Tu amiga ginecóloga te dio la información o actuaste sola? — pregunta mi jefe con evidente molestia.
¿Crees que el mundo gira a tu alrededor, señor Delacroix? — pregunto sería.
Quizás no gire a mi alrededor, pero si estoy seguro de que tu objetivo soy yo. Por eso, hiciste todo esto, para dejarme de manos atadas y después, poner tus condiciones para darme a mi hijo. — dice mi jefe recalcando la parte donde menciona que es su hijo.
Realmente tener tantas mujeres que solo busquen acostarse contigo mientras le das dinero, te ha nublado el juicio. — comento indignada — No, señor Delacroix, usted no es mi tipo de hombre ideal y aunque lo fuera, no recurriría a este tipo de tácticas viles, por llamar su atención.
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