Florecer en Cenizas romance Capítulo 315

Hernán pensó en el abuelo. En aquellos años, cuando César era joven y explosivo, hasta quería agarrar a golpes a Sergio, ese inútil que no servía para nada.

¿Pero ahora? A punto de irse de este mundo, resulta que ya le tiene compasión a Sergio, y hasta reconoce lo difícil que la tuvo...

El corazón de la gente cambia con el viento.

Hernán no quería que Agustín pusiera ninguna esperanza en Gastón.

Temía que, llegado el momento, Agustín volviera a decepcionarse y terminara herido otra vez.

—Tal vez... —Agustín también entendía. Quizá a los diecinueve años Gastón era un muchacho sencillo, ¿pero qué pasaría cuando llegara a los veintinueve? ¿a los treinta y nueve?

El corazón de la gente... no soporta las pruebas.

Gastón ahora quería quedarse con las acciones del Grupo Lucero, pero ¿quién sabe si en el futuro, por él mismo, por sus hijos, o por otras razones, no acabaría cambiando también?

Agustín se burló de sí mismo. Esta vez, se dio cuenta de que había tomado la decisión demasiado a la ligera.

No debería esperar nada de nadie.

—A veces, la gente no vale ni lo que un perro —Hernán acarició al cachorrito que estaba acurrucado, tranquilo, en el regazo de Agustín.

El perrito se portaba de maravilla, como si de verdad supiera quién era su dueño, y ni se movía del abrazo de Agustín.

La gente es demasiado voluble.

Pero un perro, cuando reconoce a su dueño, ya no cambia jamás.

—Hernán, quiero arriesgarme —Agustín miró fijamente a Hernán.

Quería ver si Gastón terminaría o no decepcionándolo.

...

A la mañana siguiente, el Grupo Lucero convocó a una conferencia de prensa.

Agustín anunció su retiro del consejo directivo, de la presidencia ejecutiva, de la dirección general... en resumen, se alejaba por completo del Grupo Lucero.

En cuanto la noticia salió a la luz, los medios se volvieron locos.

No solo eso, toda Costa Esmeralda se revolucionó.

Era Agustín, el joven al que en el distrito comercial de Ciudad de la Luna Creciente todos consideraban una leyenda. Llevó al Grupo Lucero a la cima, ¿y ahora se marchaba así como si nada, en la cúspide de su éxito?

¿Acaso estaba dejando todo listo para que su hermano menor se quedara con el puesto?

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