Herederos para el Enfermo CEO romance Capítulo 96

En horas tempranas, Luke ingresó a la oficina del agente Mckay.

—Le agradezco que me atendiera. —Le entregó un vaso de café y colocó la charola que contenía dos más, tomó el suyo—, este es para su compañero —indicó y le dio también una caja con donas.

—También se lo agradezco —expresó el hombre—, con los horarios que manejamos, nunca alcanzamos a desayunar.

—Lo imaginé —respondió él y bebió un sorbo de su bebida. — ¿Qué sabe sobre la muerte de la doctora? —indagó.

El hombre resopló y le entregó el reporte del forense.

—Vealo usted mismo.

Luke comenzó a leer con detenimiento cada una de las hojas que le entregó, además de ver las fotografías de su cuerpo.

—Está muy claro lo que le ocurrió —mencionó.

—Así es, no se puede culpar al señor Alexander por su crímen. —Presionó con fuerza sus labios para no decir más.

—Espero que con esto, no vuelvan a molestarlo —solicitó.

—Estaremos en contacto con él, es una pena que una mujer tan hermosa como lo era la doctora, perdiera la vida por un hombre —resopló. — ¿Usted cree que el señor Alexander pueda vivir con algo así en la consciencia?

Luke rodó los ojos.

—Si yo fuera Alexander, si podría y disfrutaría con mayor razón cada segundo de mi tiempo. —Se puso de pie, luego de haber obtenido lo que quería y salió de ahí.

El agente se quedó con los labios separados al escuchar su respuesta, presionó sus puños y resopló.

—Así son todos los riquillos —gruño.

***

Alexander y Madison se dirigieron al que sería el nuevo departamento del señor Adam, la verdosa mirada de Walton apreciaba la forma en la que su mujer daba indicaciones al personal que pintaba las paredes y colocaban cortinas, entre otras cosas.

—Con mucho cuidado con esos cuadros —Madison no pudo evitar alzar la voz—, son recuerdos muy valiosos para el dueño de la casa —manifestó.

—Me encanta escuchar tan dura a la arquitecta Walton —susurró en su oído Alexander.

Madison sacudió su rostro.

—Si algo le pasa a los cuadros que eligió tu papá de su anterior casa, date por muerto —bromeó.

Ambos rieron divertidos y prosiguieron revisando las cosas que ordenó, de la tienda departamental.

—Vaya, esto está quedando genial —Luke expresó al ver el interior del lugar.

—Así es —contestó Alexander con orgullo.

— ¿Qué investigaste sobre el asunto de…, Olivia? —Madison investigó.

Esperaron a que las personas que estaban trasladando las cosas, finalizaran para poder hablar, tomaron asiento la sala, que aún estaba emplayada.

— ¿Sabes qué fue lo que le ocurrió? —preguntó.

—Sí —se aclaró la garganta—, ella se… Suicidó.

CAPÍTULO 96. ¿QUÉ LE OCURRIÓ? 1

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