Jefe Irresistible: Rendida a su Pasión (de Maria Anita) romance Capítulo 132

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“Alessandro”

Cuando Alencar dice que quiere decirme algo sobre el accidente de mis padres, siento un sabor amargo en la boca. Tengo un mal presentimiento sobre ese accidente.

—¿Ya descubriste algo? —pregunto.

—Sí. Descubrimos quién fue el policía que Junqueira pagó; con su nombre, fue fácil para Marcos Paulo investigar y descubrir que se trata de un corrupto que vive muy bien en una excelente casa en un condominio de lujo, tiene tres autos importados en el garaje, sus hijos estudian en excelentes escuelas privadas y su esposa es una rata de compras. Recibe mucho dinero ilícito, pero no sabe ocultarlo y no puede vivir modestamente. Descubrimos que incluso está en la nómina de un narcotraficante. Con toda la información y las pruebas, fui a un amigo que trabaja en la corrección policial y él abrió una investigación contra el policía y logró la reapertura de la investigación sobre el accidente de tus padres, pero está bajo secreto, con un equipo muy reducido, lo que hace que la investigación sea más lenta. Sin embargo, ya descubrieron que algunas pruebas desaparecieron del expediente. Tomará un tiempo, pero llegaremos al fondo de esto.

—Es una excelente noticia, Alencar —digo respirando hondo.

—Y por último —señala Alencar. —Fuimos tras los investigadores que contrataste para buscar a esa mujer. Conseguimos las pruebas de que falsificaron la investigación, recibiendo de ti y de Junqueira y dándote información falsa. Ya fueron denunciados en la Asociación Nacional de Detectives Privados. El proceso disciplinario corre bajo secreto, pero seguramente perderán sus licencias y podrás demandarlos por daños morales y materiales. Sé que seguramente no te interesa esto, pero sería otra arma contra Junqueira y fortalecería la investigación sobre el fraude; esto puede ayudar a enviarlo a la cárcel por muchos años.

—Bueno, si lo consideras importante, lo demandaremos —acepto.

—¿Tu abogado personal es Albuquerque? —pregunta, y yo asiento. —Mi amigo personal y un abogado excelente. Puedo trabajar en esto con él si quieres.

—Sí, quiero, Alencar, si no te importa, sería un peso menos sobre mí en este momento. Las cosas ya no son fáciles —me desahogo.

—Claro, hijo, no hay problema. Lo hago con mucho gusto —Alencar me sonríe. —Pero hay algo más. Necesito saber si quieres que envíe a mis investigadores tras esa persona.

Alencar elige sus palabras para no incomodar a Catarina, pero ella sabe exactamente de qué está hablando y tiene los ojos fijos en mí. Inmediatamente respondo.

—No, Alencar, eso es pasado —él asiente, pero en una fracción de segundo, algo muy loco me pasa por la cabeza. —No, Alencar, mejor investiga, encuéntrala. Necesito cerrar ciclos y necesito respuestas. Esa mujer podría haber quedado embarazada, no sé. Encuéntrala y descubre cómo está —en el momento en que lo digo, veo decepción en los ojos de Catarina.

—¡Perfectamente! —me responde Alencar.

La reunión termina y todos se despiden y se van. Sujeto a Catarina del brazo y le pido que me dé solo un minuto. Cuando todos se van, la miro; está aún más pálida.

—Mi ángel, creo que te llevaré al hospital, estás aún más pálida —digo preocupado. Parecía que después del té había mejorado, pero ahora parece estar peor.