Entrar Via

Jefe Irresistible: Rendida a su Pasión romance Capítulo 68

“Alessandro”

Cuando Catarina y yo caímos exhaustos en la cama, el sol ya brillaba en el cielo. Hicimos el amor por mucho tiempo, la besé, la toqué, la amé, en cada milímetro de su cuerpo. Nos entregamos completamente y sin pudor al amor que nos consume, porque ahora tengo la certeza de que el mismo amor que hace latir mi corazón y me roba el aliento, ella también lo siente.

Dormí con mi amada Catarina en mis brazos, exhaustos por el placer al que nos entregamos y por la felicidad de estar juntos. Pero estaba eufórico, ella estaba otra vez en mis brazos, así que el sueño no me mantuvo cautivo por mucho tiempo.

Sin embargo, cuando desperté, fui golpeado de lleno por la realidad. Mi felicidad no duró mucho. Desperté solo en la cama, me levanté de un salto mirando por la habitación, aferrándome a la idea de que quizás ella estuviera en el baño o en la cocina, pero encontré una nota sobre mi mesa de noche.

Tomé la nota con manos temblorosas, ella se había ido.

“Alessandro,

Despiertas mi cuerpo de una forma que nadie más jamás podrá hacerlo. Esta noche fue inolvidable, pero fue nuestra despedida. Siempre te voy a amar, pero no puedo perdonarte.

Catarina”

¡Maldita mujer imposible! Mis ojos ardían con las lágrimas que no podía evitar. Ella me había dejado, me había rechazado de nuevo. Las palabras que dejó en la nota me causaron un enorme dolor y por un momento robaron toda mi esperanza de reconquistarla.

Leí y releí esa nota varias veces y cuando ya casi me estaba entregando al desespero, mis ojos se fijaron en esa pequeña parte que decía que ella siempre me iba a amar. Y a eso me aferré. Nunca me rendiría con ella, no podía, no conseguía y ni siquiera sabía cómo renunciar a ella, era imposible.

Ya que ella me amaba, alguna vez me perdonaría, sin importar el tiempo que llevara, ni el infierno que tuviera que pasar. Salí de la cama y busqué mi teléfono, encontrándolo en la sala tirado sobre mi ropa de la noche anterior, en la puerta del departamento.

Tomé el celular y llamé a Patricio. Él me contestó al tercer timbrazo.

— Habla, hermano, ¿cómo estuvo tu noche? — estaba de buen humor.

— Fue increíble y ella se fue sin perdonarme. Necesito reunir a los chicos, necesito ayuda.

— Está bien, ¿quieres que les llame?

— Sí. Reúne a Heitor, Rick y Fernando y encuéntrame en el Social Club en una hora. ¿Puede ser?

— Claro que puede, hermano. Nos vemos allá.

Colgué el celular y fui a ducharme y a prepararme para encontrarme con mis amigos. Iba a emprender una cruzada en busca del perdón de mi Catarina y ellos serían mis soldados.

Una hora después llegaba al Social Club y mis amigos ya estaban sentados esperándome.

— Espero no haber interrumpido los planes de nadie. — Les saludé.

— Relájate, Catarina lo hizo primero. — Fernando dijo sonriendo.

— ¿Cómo así? — pregunté.

— Despertó a Mel y dijo que necesitaba reunir a las chicas con urgencia. Según Mel, iban a almorzar a algún lugar y apoyar a Cat. No entendí, ustedes dos salieron anoche del bar juntos. — Fernando dijo confundido.

— Mel llamó a Taís también, ella me dijo lo mismo, me cortó el rollo y salió corriendo. Y justo cuando iba a sacar el látigo… — Rick dijo con los ojos soñadores.

— No necesitas darnos detalles de tu vidita perfecta, Rick. — Patricio dijo arrancando carcajadas de todos. — ¿Y tú, Heitor, no te vas a quejar de que Samantha también salió corriendo?

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Jefe Irresistible: Rendida a su Pasión