En aquel entonces, ni sus amigos, ni sus padres, ni sus parientes apoyaron la relación; prácticamente todos le aconsejaron que terminara.
Hasta el día de hoy, eso seguía siendo una espina clavada en el corazón de Joel.
Joel empezó a sentirse nervioso.
Pero después de pensarlo un segundo, razonó: si Brenda en verdad quisiera divorciarse, ahora mismo estarían en el registro civil, no en el juzgado.
Además, Brenda acababa de decir claramente que venía a recoger la carta de conciliación de divorcio.
¿Carta de conciliación?
Si se trata de una conciliación, significa que en el fondo no quiere separarse.
Tal vez ella siente que ya no puede recuperarlo y por eso pidió la intervención del juzgado, para que lo convencieran de regresar al hogar o lo presionaran.
Pensando así, Joel recuperó la confianza.
Siempre supo que Brenda no podía vivir sin él.
Después de todo, desde primer año de prepa, ella había estado completamente obsesionada con él. Diez años juntos, ¿cómo iba a irse nada más porque sí?
Además, en el corazón de Brenda, él seguía siendo su salvador…
Al recordar el pasado, los ojos de Joel se oscurecieron un instante.
Joel también entró.
Para ese momento, Brenda ya había pasado a una sala de conciliación.
El mediador ya los esperaba sentado en la mesa.
Al verlos entrar, preguntó:
—¿Están completamente seguros de que desean divorciarse?
Brenda fue la primera en responder:
—Ya llegamos a un acuerdo. Por favor, redacte la carta de conciliación.
El mediador volvió la mirada a Joel:
—Señor Joel, ¿usted también está seguro de que quiere proceder con la carta de conciliación? ¿No prefieren pensarlo un poco más?
El fastidio de Joel se reflejaba en toda su cara.
Pero no le prestó la menor atención.
—¿Tanto show solo por este papel inútil? Brenda, ya te pasaste demasiado tiempo encerrada en la casa haciendo puras tonterías. Te convendría buscarte un trabajo, así dejas de perder el tiempo y de inventar cosas sin sentido.
Joel había supuesto que el mediador intentaría convencerlo, que le pediría ser más atento con su esposa.
¿Y para qué? En el fondo, hasta se sentía un poco decepcionado.
Brenda ni se molestó en responder.
Al parecer, Joel no tenía ni idea de lo que significaba ese documento firmado por el juzgado.
Aparte del divorcio por mutuo acuerdo y el divorcio por demanda, existe la conciliación judicial, que, si ambas partes están de acuerdo, permite saltarse el periodo de reflexión obligatorio.
Verónica, aprovechando sus contactos, había conseguido agilizar el trámite y organizar la audiencia para ese mismo día.
La carta de conciliación que ahora tenían en la mano equivalía a una sentencia de divorcio por demanda, y también funcionaba como el acta de divorcio de un acuerdo mutuo.
Tenía plena validez legal.
En otras palabras, desde ese momento, Brenda y Joel estaban oficialmente divorciados. Ya no eran marido y mujer.

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