-¿Puedo saber si la señorita Solé, quien tiene que rodar hoy, está lista para irse? -preguntó una joven cuando entró a la casa.
Cuando Soledad se dio vuelta, vio a la joven parada sola en la puerta.
«¿Sol? Debe estar buscando a Ariadna. Lo sabía, no necesita a mucha gente para el rodaje de un comercial».
Entretenida, se dio vuelta hacia Ariadna y se jactó:
—¿La ves, Ariadna? Ella es quien te busca para tu rodaje. Parece que esto es un gran malentendido.
Sin embargo, un instante después, la joven dijo:
-Señorita Soledad Sandoval, ¿hay un malentendido? Estoy aquí para buscarla para el rodaje.
La joven había reconocido a Soledad.
Soledad no lo podía creer. Miró a la joven con incredulidad antes de girarse para ver a las decenas de personas en la sala de estar. «¿Están todos aquí para buscar a Ariadna para el rodaje del comercial? Es solo un comercial. ¿De verdad necesita que una multitud la lleve al lugar?»
-Soledad, en efecto es un gran malentendido. Apresúrate para tu rodaje. No dejes al equipo de filmación esperándote. También me iré al mío -dijo Ariadna, caminando hacia Soledad y con una sonrisa fingida.
Tras hablar, asintió al grupo detrás de ella antes de salir de la casa. De inmediato, el grupo la siguió después de asentir con respeto en simultáneo.
Soledad se enfureció tanto que temblaba. «Zorra. Es una zorra desvergonzada».
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La esposa misteriosa escondida detrás de él