La Exesposa Millonaria Bajo el Velo romance Capítulo 19

Bastián la miró de reojo y soltó:

—Está bien.

Karla se quedó pasmada.

¿Eh?

Se quedó ahí, boquiabierta.

¿De verdad aceptó?

Bastián al ver que no reaccionaba, soltó con tono burlón:

—¿Ya te dio miedo?

¿Karla, asustada?

—Ja.

La verdad, sí le temblaron las piernas.

El cuarto donde se hospedaba Bastián era la suite presidencial, tenía varios cuartos.

Karla, usando su instinto, eligió el cuarto más improbable, uno que parecía que nadie usaría, y entró directo, cerrando la puerta tras de sí.

Bastián la observó mientras se metía ahí y esbozó una sonrisa divertida.

—Así que sí se atrevió...

Tamara seguía parada, con los ojos llenos de odio, apretando los puños con fuerza.

—¡Karla! ¡Maldita!

Ya pasaron cinco años y, aun así, esa mujer no se rinde. ¡Regresó para arrebatarle a Bastián!

—¿Por qué no te desapareces?

...

Apenas Karla entró al cuarto, todo el valor que había fingido tener se desmoronó. Se dejó caer, apoyando la espalda en la puerta, y terminó agachada en el suelo.

Al entrar, sí se había dado cuenta: abajo y en la entrada había guardias de Bastián.

No tenía cómo escapar.

Aunque había logrado hablar por teléfono hace un rato, ahora estaba segura de que los tres niños debían estar angustiados.

Pensando en eso, sacó su celular, lista para llamarles.

Presionó varias veces el botón.

Como si no tuviera suficiente mala suerte...

¡El celular se quedó sin batería y se apagó!

Karla dejó el celular a un lado, cubrió su cara con las manos y sintió que todo se le venía abajo.

En ese mismo momento, los tres pequeños ya iban rumbo al hotel en taxi.

En la escalera, Valentín tenía el ceño fruncido, sus dedos volaban sobre el teclado de su laptop.

En cuestión de segundos, presionó la tecla de enter.

—Listo, en un minuto todo el piso donde está mamá se va a quedar sin luz. Cuando se arme el alboroto, la sacamos de ahí.

Ramón y Nora respondieron al unísono, con toda seriedad:

—Entendido.

Karla, en el cuarto, no dejaba de pensar cómo escapar y la espera la estaba desesperando.