Luego, Laura e Iván decidieron visitar a la familia Yllescas para agradecer debidamente a Gabriela.
Sin Gabriela, Tomás no estaría con ellos en ese momento.
Gabriela no solo había salvado a Tomás, sino a toda su familia.
Laura se arrepintió profundamente por su comportamiento.
No debería haber seguido ciegamente las opiniones de los demás.
La enfermedad de Tomás había dejado sin opciones incluso al más renombrado de los profesores, pero Gabriela logró curarlo en tan solo un mes. ¿Cómo podría ser una persona así considerada inútil?
Karina estaba aparte, sintiéndose como una extraña, con una frialdad que la invadía.
Recordaba aquella noche de hacía años.
Sin padre, sin madre.
Era una huérfana a la que nadie quería.
¿Por qué Tomás no había muerto?
Mientras Tomás viviera, ella no tendría un lugar en la familia Limón.
La fortuna de la familia Limón era suya, ¡el Grupo Limón también!
¡Nadie podía arrebatarle lo que le pertenecía!
En ese momento, Laura se volvió hacia Karina. "Karina, vuelve a casa, tu tío y yo iremos a ver a la Srta. Yllescas."
Karina forzó una sonrisa diciendo. "Tía, quiero acompañarlos. Antes también tuve algunos malentendidos con la Srta. Yllescas, y en esta ocasión me gustaría disculparme con ella en persona."
Conocer al enemigo y conocerse a uno mismo, esa era la clave para ganar todas las batallas. Esa vez, ella descubriría todo lo que hubiera que saber sobre Gabriela.
Laura asintió. "Bien, vamos todos."
Normalmente, Gabriela no estaría en casa durante el día, pero esa tarde tenía que ir a la escuela para inscribirse, así que no había ido al restaurante a ayudar.


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