La Heredera del Poder romance Capítulo 1188

Luisa se levantó y preguntó: "¿Cuánto tardará en desinflamarse esto?"

La esteticista, mientras recogía sus herramientas, respondió: "Será rápido, en unos dos o tres días debería estar completamente recuperado. Si surge algún problema, solo dígale a la señora Maite que me contacte por móvil."

"Está bien, gracias."

"De nada."

Luisa se levantó para despedir a la esteticista en la puerta.

Después de que la esteticista se fue, Maite salió del baño. "¿Ya terminaron?"

Luisa asintió. "Sí, pero la esteticista dijo que tomará unos tres días para que la inflamación baje." Serían tres días perfectos para aprovechar y hacer otras cosas.

Maite sacó su móvil. "Entonces, le llamaré a tu padre para avisarle."

...

Verónica fue completamente marginada, y el plan de la madre de Moisés de extorsionarla por dinero fracasó. Incapaz de pagar una deuda de seis millones, Moisés no tuvo más remedio que ir a prisión.

Moisés era el único hijo de los Santana y, viendo cómo su único hijo era llevado en un coche de policía, los padres de Moisés lloraban y gritaban, maldiciendo a Marta.

"¡Esa desgraciada de Marta! ¡Moisés, mi Moisés!"

"¡Papá, mamá, ayúdenme! ¡No quiero ir a prisión! ¡Papá, mamá! ¡Marta, te maldigo!"

Desde lejos, Marta observaba cómo Moisés era llevado en el coche de policía, con una sensación de triunfo en su mirada.

¡Finalmente había visto a Moisés recibir su merecido!

Solo cuando el coche de policía desapareció, Marta se dio la vuelta para irse.

Marta condujo hasta las cercanías de la mansión de los Zesati, mirando desde lejos la entrada, queriendo entrar para disculparse con su familia, pero sin encontrar el valor para hacerlo.

Por Moisés, había conseguido enfadar a casi todos en su familia...

Era como un ingrato que no sabía apreciar lo que tenía.

¿Qué derecho tenía ahora para pedirles perdón?

Recordando el pasado, los ojos de Marta se llenaron de lágrimas.

Lo sentía.

Les debía una disculpa a todos.

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