La Heredera del Poder romance Capítulo 1570

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Aunque Gabriela solo visitaba el refugio cada quince días, los pequeños animales del lugar ya la conocían bien.

...

Tres días después, Fausto fue entregado al Tribunal Supremo. En el primer juicio, él fue condenado a muerte y se le confiscaron todas sus propiedades. Paloma observó con impotencia cómo su mansión era sellada. Por suerte, aún tenía una tarjeta bancaria privada. El dinero en la tarjeta le permitiría alquilar una casa. Sin embargo, solo podía permitirse una vivienda muy modesta.

Paloma no podía aceptar esa situación. Realmente estaba inconforme. Nunca imaginó que su vida cambiaría de esta manera.

Jordan. Sí, aún estaba Jordan. En ese momento, Paloma pensó repentinamente en él. Aunque Jordan le había dicho muchas cosas crueles en el pasado, él la amaba demasiado. Ahora que se encontraba en esta situación, Jordan seguramente no la ignoraría. Tenía que encontrar una manera de hacer que él la salvara. Aunque su rostro estaba desfigurado, ella creía que Jordan la amaba por quien era, no por su apariencia. Jordan nunca había sido superficial. Si ella regresaba, este seguramente la trataría como su tesoro más preciado, como antes.

Paloma llegó al Consorcio Financiero de la adinerada familia Salamanca. Para entonces, Jordan ya había asumido el control del consorcio, convirtiéndose en su líder. Y llegó en el momento oportuno. Justo cuando Paloma llegó a la entrada del Consorcio Salamanca, vio a Jordan salir. Vestido con un traje hecho a mano, impecablemente planchado, con el cabello recogido meticulosamente hacia atrás, luciendo una apariencia tan elegante que parecía irradiar luz.

Ese era Jordan. El mismo hombre que la había amado profundamente.

"Jordan." Paloma corrió hacia él. Pensó que podría abrazarlo directamente, pero fue detenida por dos guardias de seguridad. El hombre ni siquiera la miró, simplemente subió a su auto. Fue un desprecio absoluto.

"Suéltenla." En ese momento, una voz agradable resonó en el aire. Paloma levantó la mirada y vio un rostro desagradable. Era... Jade, la hija mayor de la familia Miranda. Jade la miró y dijo: "Señorita Rey, hace tiempo que no nos vemos, casi no la reconozco. Uno cosecha lo que siembra, y lo que hubo entre mi prometido y tú ya forma parte del pasado. Persistir en esto no suena bien, ¿verdad?"

¿Prometido? ¡Imposible! ¿Cómo podría Jordan traicionarla y comprometerse con otra mujer? ¡No! Eso era imposible.

"¿Qué estás diciendo?" gritó Paloma: "¿Qué estás diciendo? ¿Cómo podría Jordan comprometerse con una persona como tú?"