La Heredera del Poder romance Capítulo 1571

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Paloma sabía que había llegado su fin. Jordan era su único apoyo en este mundo. Ahora, ese apoyo había desaparecido.

Paloma, como un alma en pena, caminaba por las calles. Compró una tarjeta para el teléfono y envió un mensaje al móvil de Jordan: [Jordan, estoy en el Puente Grande, si no vienes a verme, me voy a lanzar desde aquí.] Ella planeaba hacer su último intento.

Esperó durante mucho tiempo. El sol se ponía. El dorado del sol sobre la espesa capa de nieve dejaba un brillo resplandeciente. Paloma miraba la corriente tumultuosa bajo sus pies, con una expresión indescriptible en sus ojos.

¿Saltar o no? No lo sabía. Si saltaba, perdería la vida. ¿Y si no lo hacía? ¿Qué sentido tenía seguir en este mundo? Había perdido su estatus. Su rostro estaba desfigurado. Pero, al menos, estando viva aún le quedaba esperanza. Si moría, incluso esa última esperanza se desvanecería.

Además, incluso si decidiera morir, no podía hacerlo sola. Tenía que llevarse a Gabriela con ella. Una vida por otra vida. Así, el camino al más allá no sería solitario. Sí, tenía que llevarse a Gabriela. Después de todo, esa desgraciada la había llevado a esta situación.

Paloma entrecerró los ojos y, en ese momento, vio un auto familiar. Era... el auto de Jordan. Jordan había venido. Los ojos de Paloma se iluminaron. Sabía que él todavía la amaba. Tenía que hacer que Jordan experimentara el dolor de perder a la persona que más amaba. Solo al experimentar una perdida se aprendía a valorar lo que se tenía. También tenía que hacer que él se arrepintiera. Después de que ella saltara, Jordan definitivamente saltaría para salvarla. Él era un buen nadador, así que, calculando el tiempo, seguramente estaría bien.

Pensando en esto, Paloma se volteó y saltó del puente. ¡Splash! El agua salpicó por todos lados.

"¡Ella realmente saltó!" dijo Jade, sorprendida, sentada al lado de Jordan.

Jordan, con una expresión indiferente, se estacionó al lado de la carretera. "¿Ya llamaste a la policía?"

"Ya llamé," asintió Jade.

"Entonces esperemos a la policía."

"Eres muy frío," dijo Jade.

Jordan se giró hacia Jade. "¿Qué esperabas? ¿Que me ponga a llorar por Paloma?"

En el instante en que saltó al agua, Paloma solo sintió una blancura cegadora. Incontables litros de agua se precipitaban hacia sus fosas nasales, su garganta y finalmente en sus pulmones, ahogándola. Incapaz de respirar, cuanto más luchaba, más se hundía.