La Heredera del Poder romance Capítulo 2992

Aquí, al fin y al cabo, era la casa de los Lozano.

La familia Lozano tenía por apellido Lin, y Lys, que ni siquiera era de la familia, ¿qué derecho tenía para venir a mandar en su presencia? Aquello le resultaba simplemente repulsivo.

Víctor nunca había tenido que aguantar una humillación así, y la verdad, le costaba digerirlo.

—¿Víctor, qué te pasa? —En ese momento, Hanna se le acercó con una sonrisa traviesa en los labios.

Por supuesto, Víctor no iba a andar ventilando sus propios problemas, así que se limitó a sonreír y responder:

—Nada, no te preocupes.

Hanna le siguió la corriente:

—Mira que hoy hay un montón de chicas guapas por aquí, ¿ya le echaste el ojo a alguna? Si quieres, le digo a Lys que te ayude a acercarte.

—¡Mejor ni lo intentes! —Víctor se rio de sí mismo—. ¿Tú crees que Lys se va a tomar la molestia de hacerme ese favor?

Solo con una broma, Lys ya era capaz de echarle una regañada que lo dejaba temblando. ¿Y todavía iba a esperar que le ayudara a conseguir novia? ¡Ni soñando!

Hanna entrecerró los ojos:

—¿Y ustedes qué onda? ¿Hay algún malentendido entre ustedes dos?

—Nada de eso —respondió Víctor, medio molesto pero no tonto. Sabía bien que Hanna tampoco era ninguna inocente en el asunto.

Ambos sabían moverse en esas aguas. Hanna insistió:

—Te lo digo en serio, si te da pena hablarle a Lys, cuéntamelo a mí y yo te consigo el Facebook.

—No hace falta —contestó Víctor.

Hanna, sin perder la sonrisa, agregó:

—Mira que la familia Lozano está llena de personajes importantes. ¿Estás seguro que quieres dejar pasar la oportunidad? Por ejemplo, la chava que estaba jugando cartas conmigo hace rato, esa niña es de familia de empresarios textiles y dicen que ella sola ya se compró tres casas en Ciudad Real.

Comprar tres casas en Ciudad Real no era cualquier cosa. Para la mayoría, ni en toda su vida lograrían comprar una sola.

Leslie, aunque siempre iba vestida sencillo y parecía discreta, era una millonaria de bajo perfil.

—¿Quién es? —preguntó Víctor, ahora sí interesado—. ¿Está guapa?

—¡Guapísima! —dijo Hanna—. Está al nivel de Lys, y hasta dicen que las dos fueron compañeras en la prepa.

—¿Dónde está? —Víctor preguntó.

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