La Heredera del Poder romance Capítulo 3000

El departamento tenía un aire europeo, con una decoración elegante y lujosa, pero sin perder la sencillez. Bastaba un vistazo para saber que ahí no vivía cualquier persona del montón.

Rosana preguntó, casi en susurro:

—¿Este es el cuarto donde duerme Amanda ahora?

—No —respondió Hanna, negando con la cabeza.

Rosana no pudo evitar la sorpresa:

—¿Entonces de quién es? ¿De Lys?

—Tampoco —siguió negando Hanna.

De repente, como si se le prendiera el foco, Rosana exclamó:

—¡No me digas que el empresario ese tiene una amante y la trae aquí! ¡Vaya descaro, traerla a su propia casa!

—¡Ay, mamá, por favor! —dijo Hanna, ya medio fastidiada—. ¿Cómo se te ocurre? Nadie haría algo tan descarado. Además, yo sí creo que ese empresario está enamorado de Amanda, de verdad.

—¡Bah! ¡Eso sí que no me lo creo! —Rosana soltó una carcajada, meneando la mano—. ¿Quién se va a enamorar de una mujer entrada en años y tan ordinaria?

Viendo que su mamá no daba el brazo a torcer, Hanna mejor decidió cambiar de tema:

—Mamá, este cuarto es donde vive la empleada doméstica de Amanda.

—¿¡Cómo!? —Rosana se quedó con la boca abierta, sin poder creerlo.

¡Un cuarto así, solo para la muchacha que les ayuda en la casa!

¡Eso sí que era difícil de digerir!

Hanna siguió:

—Amanda vive mucho mejor de lo que te imaginas. Todos creímos que era una tonta, pero mira nada más cómo se las ingenió.

Rosana había mandado a Hanna a husmear, esperando que se burlara un rato de Amanda, y al final, el chisme les había salido al revés. En vez de reírse, terminaron mordiéndose de la envidia.

Hanna hizo una pausa y continuó:

—Mira, Amanda tiene gente que le atiende en la casa, un chofer que la espera cuando sale, ¿y nosotras? Viviendo en este barrio donde ni el camión quiere entrar, en un departamento peor que el cuarto de la empleada.

Con cada palabra, a Hanna se le notaba más la frustración, y Rosana se sintió igual de mal.

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