La Otra Familia en Sus Publicaciones romance Capítulo 174

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Sumado a que ya de por sí sentía antipatía hacia Elvira y su hijo, era inevitable que Dante reaccionara impulsivamente.

Noelia le pasó el plato de comida a su hermano menor.

—Ve con mamá a la habitación y acompáñala a comer, yo voy a llevarlas al consultorio.

Noelia avanzó un par de pasos y Dante intentó seguirla, pero ella le lanzó una mirada de advertencia. Solo entonces, Dante se detuvo a regañadientes.

El doctor revisó a Iker de pies a cabeza y, al no encontrarle ningún problema, Elvira por fin se quedó tranquila.

Mientras esperaban el ascensor en el área de consulta, Elvira se dirigió a Noelia:

—Perdón, señora Olmedo. No se vaya a ofender porque soy desconfiada... Los demás tal vez no lo sepan, pero usted sí debe tener claro quién es mi hijo, ¿verdad?

Noelia no perdió la compostura.

—La verdadera identidad de alguien es la que puede mostrarse abiertamente y ser reconocida por todos. ¿Tú hijo? ¿Qué identidad tiene?

Ese comentario le cayó como piedra a Elvira y la incomodidad se le notó de inmediato.

Ella fingió una sonrisa, con la clara intención de darle en la torre a Noelia.

—Tiene razón, señora Olmedo. Es culpa del papá de Iker, que lo consiente demasiado. Mire, con que el niño se raspe tantito la rodilla ya lo abraza como si se le fuera a acabar el mundo, y luego termina echándome la culpa a mí por no cuidar bien a nuestro hijo. Yo soy la exagerada, ¿no?

Justo en ese momento, el celular de Noelia sonó.

Sin inmutarse y delante de Elvira, contestó la llamada.

Del otro lado, la voz de Raúl sonó clara y directa:

[¿Cómo sigue mamá?]

Noelia miró de reojo a Elvira y respondió con tono seco.

—Está mejor.

[¿Ya comiste? Si quieres paso por ti.]

Noelia contestó sin mucho ánimo y colgó.

Al notar la expresión tensa de Elvira, Noelia no perdió la oportunidad de provocarla.

—Pensé que eras alguien que sabía moverse, pero ya veo que no tienes gran cosa. Mejor dedícate a cuidar a tu hijo.

Noelia se fue, y Elvira, furiosa, apartó a Iker de un manotazo.

Tanto esfuerzo invirtió en construir una imagen perfecta... Prefirió endeudarse con la tarjeta antes que aceptar un solo peso más de Raúl. Se colgó del título de influencer para codearse con empresarios, y luchó con uñas y dientes para entrar en el círculo de la élite.