La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 123

—Benjamín —Petra bajó la mirada, con una actitud humilde y resignada.

La mano de Benjamín, que descansaba de manera casual sobre su pierna, tembló apenas un instante, casi imperceptible. Sus ojos oscuros la observaban, sin decir ni una palabra.

—Por favor, dígame, ¿cómo puede sobrevivir Grupo Calvo? Si logra ayudar a que Grupo Calvo supere este bache, yo misma me comprometo a cederle el diez por ciento de las ganancias de los próximos cinco años.

Su voz sonaba tan tenue que apenas se escuchaba, impregnada de impotencia y vulnerabilidad. Sus pestañas, apenas alzadas, temblaban con delicadeza.

Antes de regresar a San Miguel Antiguo, Petra no imaginaba que la situación de Grupo Calvo fuera tan grave.

Siempre pensó que su hermana perdía tiempo enfrentándose a los viejos lobos del grupo y por eso no podía brillar, que simplemente no la dejaban desplegar todo su potencial ni llevar a la empresa por el camino correcto.

Pero la verdad era que su hermana no solo no pudo brillar; cayó en un pozo sin fondo del que parecía imposible salir.

Solo pensar en cómo su hermana cargó sola con todo ese peso, sin quejarse, le oprimía el pecho a Petra.

Su hermana había sido la sucesora elegida por su abuelo, una heredera brillante. Incluso entre la generación de mayores, Germán Hurtado, el más respetado, la había elogiado por su talento sobresaliente.

¿Cómo era posible que Jimena hubiera tomado el camino equivocado?

La respuesta era dolorosa: Grupo Calvo nunca tuvo un camino claro.

Si no lograban salir de esta crisis, Jimena cargaría con una deuda gigantesca por el resto de su vida.

Y todos esos planes que Petra había preparado cuando estaba en Santa Lucía de los Altos, para la situación actual de Grupo Calvo, sonaban a fantasía, imposibles de llevar a la práctica.

Por eso, al pronunciar “Benjamín”, Petra esperaba despertar esa vieja relación entre la familia Hurtado y la familia Calvo.

Quería que Benjamín, desde su posición de poder, ayudara a analizar cómo Grupo Calvo podría salir de este atolladero.

A decir verdad, no le agradaba mostrarse vulnerable frente a Benjamín. Aunque había pasado por una relación fallida, por dentro aún quería guardar algo de dignidad delante de él.

Pero, al fin y al cabo, ella era la causante del distanciamiento entre la familia Hurtado y la familia Calvo.

En los años que llevaba construyendo Nexus Dynamics, ya se había topado con muchos muros; el orgullo, a estas alturas, era lo de menos.

Las promesas y palabras grandilocuentes que soltó en el pasado ahora le daban bofetadas de realidad con cada gesto humilde que debía mostrar.

De todos modos, no era la primera vez que Benjamín la ponía en evidencia, y seguro tampoco sería la última.

Ya había hecho las paces consigo misma, lista para soportar cualquier comentario punzante de Benjamín.

Benjamín no respondió de inmediato. Se limitó a mirarla fijamente, como si estuviera evaluando su verdadero valor.

Petra, al notar su silencio, se enderezó en el asiento, adoptando una postura más seria.

Al verla tan formal y lista para negociar, Benjamín soltó una risita corta y, de pronto, la miró con intensidad.

—Ya que vienes a pedirme ayuda de esta manera, entonces te pongo una pequeña condición. Para ti, eso no sería aprovecharme de tu situación, ¿verdad?

Petra negó con la cabeza, sin dudar.

—¿Cómo crees? Sea lo que sea, si el señor Benjamín está dispuesto a ayudar, para la familia Calvo será como recibir agua en el desierto.

Con la situación actual de Grupo Calvo, si ni la familia Hurtado podía ayudar, no quedaba nada por hacer.

Petra no podía ocultar su ansiedad y miró al hombre a su lado, preguntando con esperanza:

—Entonces, señor Benjamín, ¿cuál es su condición?

Benjamín la observó, su mirada tan profunda como la noche.