La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 174

Él sabía perfectamente que todo lo que había conversado antes con su asistente seguramente ya había quedado registrado por completo en la cámara del carro de ella.

Si en verdad desobedecía la orden de Benjamín y no despedía a la persona frente a él, sino que optaba por protegerla en secreto, Petra sin duda presentaría las pruebas directamente a Benjamín.

En este momento tan delicado, no podía arriesgarse.

Durante estos últimos años, sus logros apenas habían sido medianos.

Aunque Petra era nueva en la empresa, si Benjamín había decidido tenerla cerca, estaba claro que le tenía mucha confianza.

Quizá ella ya le había echado el ojo a su puesto.

...

Mansión de la familia Calvo

En cuanto Petra cruzó la puerta, escuchó el bullicio y las pláticas animadas que llenaban el patio.

Se detuvo un instante, sintiendo una extraña sensación de irrealidad.

Quizá porque últimamente, cada vez que regresaba a la casa de los Calvo, todo era tan callado y vacío que ese ambiente festivo le resultaba casi ajeno.

Mañana sería la fiesta de bienvenida que Jimena le había preparado a Petra.

Trabajadores de una empresa de decoración estaban por todo el patio, arreglando cada rincón de la mansión, mientras Giselle supervisaba y daba indicaciones.

Al ver semejante escena, Petra sintió que el tiempo había retrocedido.

Cada vez que llegaban las fiestas o celebraciones, la casa de los Calvo rebosaba de vida justo así.

Giselle se percató de la llegada de Petra. Sin dejar de dirigir a los demás, le habló:

—Señorita Petra, ¿ya llegó? La mayor quiere que vaya a verla a su estudio.

—Claro, voy de inmediato —respondió Petra.

Caminó hacia el interior de la casa, notando a unos empleados colgando adornos en el techo. Les dijo en voz baja:

—Tengan cuidado, ¿sí?

Siguió su camino directo hacia el estudio.

Jimena estaba sentada en su silla de trabajo, revisando una lista. Al verla entrar, levantó apenas la mirada y habló con tono tranquilo:

—Mira, aquí está la lista de invitados para mañana. Revisa si falta alguien o si quieres invitar a alguien más, dime para agregarlo.

Además, ese día Benjamín ya había hecho que su papá se lo llevara a casa. Seguramente le tocó una buena regañada, así que debería comportarse mejor.

Jimena observó su calma y asintió despacio.

—Si no hay problema, entonces mandaré la invitación.

Petra respondió con un sencillo “ajá”, y revisó las últimas familias anotadas en la lista:

La familia Hurtado, la familia Aguirre, la familia Ruiz y la familia Ponce.

Esas cuatro familias eran ahora las que reinaban en la cima de San Miguel Antiguo.

—¿También les mandaron invitación? —preguntó Petra.

Jimena asintió:

—Sí, a todos. Pero salvo Benjamín, dudo que alguien más venga.

La verdad, hacía años que la familia Calvo había quedado fuera del círculo de esos cuatro grandes.

Lo más probable era que ni siquiera se tomaran la molestia de mirar las invitaciones.