La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 385

Las puertas del elevador se cerraron y, solo entonces, Petra desvió la mirada y se frotó el entrecejo, tratando de calmarse antes de volver al despacho de Joaquín. Pero, de pronto, recordó que Benjamín seguía esperándola en su oficina.

No le quedó de otra más que ajustar un poco sus emociones y subir para enfrentar a Benjamín.

Siempre que Benjamín se encontraba cara a cara con Joaquín, después le quedaba a ella una sombra de desconfianza enorme. Para Petra, esa situación era de lo más fastidiosa.

No soportaba esa sensación de que Benjamín no confiara en ella.

Pero él, desde el principio hasta ahora, la veía como si solo pensara en el amor, como si con una sola palabra de Joaquín ella fuera capaz de perdonarle todo.

Al entrar a su oficina, Petra vio a Benjamín sentado en su silla de trabajo, mirando en silencio hacia la ventana. En sus ojos oscuros se notaba un aire distante, casi despectivo.

Al notar su llegada, él levantó la vista y la miró de reojo, con esa actitud altiva que tanto la sacaba de quicio.

—¿Ya lo arreglaste?

Petra negó con la cabeza.

—Todavía no.

Benjamín soltó una risa seca, lanzándole una mirada de esas que calan.

—¿Y después de tanto escándalo, todavía no resuelves nada? ¿Qué pasa, no te animaste o te ganó la nostalgia?

Petra ya había imaginado que él le saldría con algo así, así que se mantuvo tranquila, sin perder la compostura.

Bajó la cabeza, con el corazón sereno.

De todos modos, para Benjamín, lo de sus siete años con Joaquín ya era una marca imborrable, algo casi vergonzoso.

Por eso decidió no darle más vueltas al asunto y fue directo al grano.

—El plan se filtró. Temía que no nos diera tiempo antes de que llegara el equipo de auditoría de Grupo Hurtado, así que bajé con el personal para asegurar los documentos y dejar más pruebas.

La mirada de Benjamín era tan aguda como la de un águila, como si pudiera ver a través de cualquier mentira o disfraz.