La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 40

Al otro lado de la línea, la mujer se sorprendió y contestó rápido, con un tono lleno de alegría.

—¿De verdad? Ese Joaquín, qué maldito, ni una palabra me dijo. Tú espérame tranquila, mañana temprano me voy a la ciudad para cuidarte.

Petra dibujó una sonrisa en los labios.

—Está bien, señora, aquí la espero.

¿Y de qué serviría que Petra lograra que Joaquín regresara? Mientras la madre de Joaquín estuviera de su lado, y ahora que tenía un bebé en camino, separarse de Joaquín era solo cuestión de tiempo.

...

Después de que Joaquín se fue, Petra se preparó la cena. Al terminar, se acomodó en la mecedora y, aburrida, empezó a revisar el celular.

De pronto, una app que tenía meses sin abrir le envió una notificación.

[Estoy embarazada, no puedo estar con mi novio, así que él tiene que buscar a su prometida para satisfacer sus necesidades. Me molesta un poco, pero debería ser comprensiva.]

Petra miró el apodo, tan familiar, y soltó una risa desdeñosa. Ni siquiera le interesaba abrir la publicación ni mucho menos leer los comentarios.

No hacía falta imaginarse el desastre que debía ser esa sección de comentarios.

A veces hasta admiraba la fortaleza de Renata; tenía una piel dura como la de un cocodrilo.

Guardó el celular y se metió a la casa.

Ya había enviado la mayoría de sus cosas de Santa Lucía de los Altos a San Miguel Antiguo por paquetería. Aquella casa, que antes estaba llena de cosas, ahora se sentía vacía y desangelada.

La soledad del lugar le dejó un leve sabor amargo, pero no dejó que la tristeza se instalara demasiado tiempo en su pecho.

Al día siguiente tenía una reunión importante: vería al presidente de Symbio Holdings para tratar un posible acuerdo. Necesitaba estar en plena forma.

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