Esa misma noche, la familia Aguirre recibió el video enviado por el campo de golf.
Salvador Aguirre ya estaba furioso al enterarse de que Florencia había perdido los estribos frente a Benjamín. Pero cuando Joel le mostró la grabación, su ira estalló. Prácticamente le arrojó la tableta a Florencia.
—¡Todo lo que la familia Aguirre te ha enseñado estos años lo has tirado a la basura!
La tableta golpeó a Florencia en la frente. Perdió el equilibrio y cayó al suelo.
Salvador, al verla en ese estado, frunció el ceño y le gritó:
—¡Levántate!
Florencia se mordió el labio con fuerza, aguantando el mareo. Se levantó del suelo y, al mirar a Salvador, había un matiz de miedo en sus ojos.
—Papá, sé que me equivoqué. Fue solo que no pude controlar mis emociones, yo…
Salvador la interrumpió con un bufido.
—Llevas cinco años de vuelta en la familia Aguirre. En cuanto llegaste, tu abuelo mandó a Kira lejos.
—Y en estos cinco años, no solo no has logrado convertirte en la novia de Benjamín, sino que has arruinado tu imagen por completo.
—Si no fuera porque, al fin y al cabo, eres de mi sangre, a la que habrían enviado lejos habría sido a ti.
Ante el regaño de Salvador, Florencia apretó los puños a los costados, con el rostro tenso.
La señora Aguirre, sentada junto a Salvador, suspiró. Sus ojos también reflejaban desesperanza.
Apartó la mirada de Florencia y dijo con calma:
—Busquemos un momento para traer a Kira de vuelta del extranjero.
—¿Como a una princesa?
—¡Si de verdad me hubieran criado como a una princesa estos años, no estarían mencionando a cada rato a esa Kira Aguirre, que no tiene nada que ver con ustedes!
—¡Fue ella la que ocupó mi lugar, la que ustedes criaron entre algodones desde pequeña, preparándola para ser la sucesora! Y ahora se quejan de que no soy como ella. ¿Es que no se esforzaron lo suficiente conmigo, o es que yo, Florencia, de verdad no soy tan buena como Kira?
A pesar de ser su hija biológica, no tenía ningún poder real. Ni siquiera en las acciones del Grupo Aguirre, solo poseía una pequeña parte que le daba derecho a dividendos.
Su voz en el Grupo Aguirre tenía menos peso que la de un directivo de nivel medio.
La señora Aguirre, al ver la expresión de odio en el rostro de Florencia, le dio una fuerte bofetada, sin importarle que ya tuviera la cara herida.
—¡Con solo verte gritar así, ya demuestras que no le llegas ni a los talones a Kira!

Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Traición en Vísperas de la Boda
Me gustaría saber cuántos capítulos faltan y cuando los publicará...