—La familia Aguirre y la familia Hurtado ya estaban discutiendo el matrimonio, ¡y tú vas y armas este escándalo! ¿Cómo crees que la familia Hurtado va a aceptar que una persona con tan malos modales se case con uno de los suyos?
—Si no fuera por tu bien, podríamos hacer que Kira regrese y ocupe tu lugar. ¡El problema es que eres un caso perdido!
La señora Aguirre miró a Florencia con severidad, sin rastro de afecto en sus ojos.
La familia Hurtado ya había llamado para pedir explicaciones.
Germán Hurtado estaba a punto de dar el sí, pero después del numerito de Florencia, cambió de parecer de inmediato.
Todo eran evasivas.
Y si Germán se había echado para atrás, era evidente que el matrimonio entre la familia Aguirre y la familia Hurtado no se iba a concretar.
Salvador ya había perdido toda esperanza de formar a Florencia.
Joel, al ver que se disponía a marcharse, intervino.
—Padre.
—Hay algo más que la hermanita mencionó en el campo de golf. Tiene que ver con Paulo.
El rostro de Salvador se ensombreció y fulminó a Florencia con la mirada.
Florencia se mordió el labio y levantó la cabeza para encontrarse con la mirada de Salvador.
—El señor Paulo ya se puso en contacto conmigo. ¡Dijo que en la fiesta anual del Grupo Hurtado anunciaría mi compromiso con Benjamín! Yo…
Salvador la interrumpió con frialdad.
—¿Acaso no sabes que Paulo y Benjamín han estado enfrentados últimamente por problemas con las cuentas de la sucursal en el extranjero?
—Y tú vas y contactas a Paulo. Paulo ha vivido en el extranjero todos estos años. Dicho de forma amable, ha estado desarrollando el negocio internacional. Dicho sin rodeos, Germán lo envió lejos para sacarlo del centro de poder del Grupo Hurtado.
—¡Estúpida! ¡Y en un momento como este, vas y hablas con Paulo, y ni siquiera nos informas de algo tan importante!
—Sí, padre.
Salvador se marchó, seguido de cerca por la señora Aguirre. Ella echó un último vistazo a Florencia y le dijo a Salvador en voz baja:
—Le pusimos la misma maestra de etiqueta que tuvo Petra, ¿por qué hay tanta diferencia?
—Acabo de ver la grabación. Esa chica, Petra, de la familia Calvo, tiene un control de sus expresiones impecable. Hace que Florencia parezca aún más odiosa y me avergüenza profundamente. Si no fuera porque tu padre trajo los resultados del ADN, no creería que es mi hija.
Al hablar de Florencia, la señora Aguirre no podía ocultar su desdén.
La familia Aguirre siempre se había considerado descendiente de la aristocracia, con ciertos prejuicios de los que no podían deshacerse.
Les importaba demasiado el qué dirán, eran vanidosos y no permitían que nadie manchara el honor de la familia.
Durante años habían menospreciado a la familia Calvo, y ahora, al ver a Florencia derrotada por Petra, su decepción hacia ella era aún mayor.

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Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Traición en Vísperas de la Boda
Me gustaría saber cuántos capítulos faltan y cuando los publicará...