La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 602

Al ver su reacción, Petra comprendió todo.

En la sala de la mansión Hurtado.

Los hermanos de Germán estaban sentados cada uno en su sitio, atacando verbalmente a Benjamín por oponerse a que el nombre de Rafael fuera incluido en el registro familiar.

—Benjamín, digas lo que digas, Rafael también lleva la sangre de los Hurtado. Si durante tantos años no se le ha incluido en el registro familiar, fue por consideración a que todavía eras joven.

—Ahora que ya te hiciste cargo del Grupo Hurtado y Rafael ha estado desarrollándose en el extranjero, no representa ninguna amenaza para tu posición.

—Tu abuelo ya es mayor, y su único deseo es que Rafael sea reconocido en el registro. ¿Con qué derecho te opones?

Benjamín miró con frialdad a Yago, quien estaba hablando. Su tono era indiferente, su voz, cortante.

—Tío abuelo Yago, no me opongo a que lo incluyan en el registro. A lo que me opongo es a que lo anoten bajo el nombre de mi madre. Rafael es apenas unos meses menor que yo; anotarlo bajo el nombre de mi madre sería una humillación para ella.

—Si insisten en hacerlo, entonces por favor borren el nombre de mi madre del registro de los Hurtado y dejen que la familia Pineda se lleve su placa conmemorativa de vuelta.

Al oír a Benjamín, Yago se levantó de un golpe sobre la mesa.

—¡Los asuntos de la familia Hurtado se resuelven dentro de la familia Hurtado! ¡No hay razón para que la familia Pineda se meta en esto!

—Desde que tu madre se casó con un Hurtado, en vida pertenecía a la familia y en la muerte también.

Germán entró en la sala con una expresión gélida.

—¿Por qué tanto alboroto? —dijo con voz profunda—. Me están dando dolor de cabeza.

El mayordomo lo ayudó a sentarse en su sillón. Germán se volvió para mirar a Petra y le dijo con calma:

—Petra, siéntate donde quieras.

Petra asintió levemente y se sentó junto a Benjamín.

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