Por más ocupado que estuviera Benjamín, no era posible que no pudiera sacar un poco de tiempo.
Víctor frunció el ceño y dijo en voz baja.
—¿Estás segura de que le dijiste bien a Benjamín que venías a Santa Brisa a ver a Jimena?
Petra apretó los labios.
Víctor sacó su celular de inmediato para llamarle a Benjamín.
Todavía le daría tiempo de llegar.
Al verlo, Petra intervino.
—Cuando me fui se lo iba a decir, pero Josefina y su tía estaban en su oficina hablando con él, así que ya no le dije nada.
—Le mando un mensaje al rato.
Víctor frunció el ceño.
Al ver la evidente incomodidad en los ojos de Petra, se detuvo.
Probablemente no era que ella no quisiera decirle, sino que, cuando iba a hacerlo, Benjamín la interrumpió con otro asunto.
Belinda rápidamente bajó la mano de su hermano para que no llamara, con una expresión de fastidio en el rostro.
—Josefina y Frida de verdad qué molestas son.
—Hermano, mejor no le llames, no vaya a ser que...
Muy poca gente sabía que Jimena estaba enferma.
Y la situación en Grupo Calvo apenas se había estabilizado.
Si se corría la voz de la enfermedad de Jimena, seguramente volvería a haber problemas en la empresa.
Al final, Víctor no le llamó a Benjamín y guardó su celular.
***
Ya en el avión, Petra se sentó junto a Belinda.
De repente, recordó que no le había enviado el mensaje a Benjamín para avisarle que iba a Santa Brisa.
Como no iba a volver a casa esa noche, y para evitar que él la anduviera buscando por todas partes como el día anterior, Petra le envió un mensaje antes de que el avión despegara.
[Me vine a Santa Brisa a ver a mi hermana. A lo mejor tardo unos días en volver.]
Después de Santa Brisa, tenía que irse directo a Nueva Granada.
Envió el mensaje y puso el celular en modo avión. No lo volvió a encender hasta que aterrizaron en Santa Brisa.

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