La Traición en Vísperas de la Boda romance Capítulo 738

Petra la conocía bien. Belinda nunca se había separado de su familia por mucho tiempo, y ahora que se iba por dos años, era inevitable que le pareciera una eternidad, una tortura.

—Belinda, dos años se van a pasar volando.

—Mira, yo me fui de San Miguel Antiguo a los diecisiete y ahora que vuelvo, tengo veintisiete. Diez años que se pasaron como si nada.

Belinda levantó la vista hacia Petra y asintió con la cabeza gacha.

Cada una se fue a su habitación, ambas con el ánimo por los suelos.

A Petra era a la que menos le gustaban las despedidas y, al volver a su cuarto, como era de esperarse, no pudo dormir.

Estaba acostada en la cama, sin una pizca de sueño, cuando de repente escuchó que alguien intentaba abrir la puerta.

Petra abrió los ojos de golpe, miró la hora y vio que ya era de madrugada.

Este hotel era el mejor de Santa Brisa y, además, pertenecía a la familia Núñez.

Las habitaciones en las que se hospedaban eran suites, por lo que el sistema de seguridad debía ser impecable. ¿Cómo era posible que alguien estuviera intentando abrir su puerta a mitad de la noche?

Petra contuvo la respiración, se levantó de la cama en silencio y agarró un jarrón que estaba a un lado, lista para recibir a quien entrara con un buen golpe en la cabeza.

La persona afuera introdujo la clave varias veces, pero no logró acertar.

Petra, de pie detrás de la puerta, escuchaba los repetidos errores.

Justo cuando estaba a punto de llamar a recepción, su celular sonó primero.

Petra volvió rápidamente al cuarto para ver quién era.

Era una llamada de Benjamín Hurtado.

La tensión que sentía se disipó y contestó.

La voz grave de Benjamín se escuchó del otro lado.

—¿Ya estabas dormida?

—Todavía no —respondió Petra—. Justo me iba a dormir.

—Si no estás dormida, ven a abrirme o dime la clave.

Petra respiró hondo, miró hacia la puerta y preguntó:

—¿El que está afuera eres tú?

Benjamín hizo una pausa.