Entrar Via

La Valiente Transformación de una Esposa Menospreciada romance Capítulo 4

El ascensor subió los veinticinco pisos en un silencio absoluto, un viaje vertical que solo acentuaba la distancia horizontal que se había abierto entre ellos. Cuando las puertas se abrieron directamente en el vestíbulo de su apartamento, la imagen que los recibió fue la de una revista de diseño de interiores. Mármol blanco, una escultura de arte moderno y una pared de cristal que ofrecía una vista panorámica de las luces parpadeantes de Bogotá. Era espectacular, impecable y tan frío como un mausoleo.

Alejandro caminó directamente hacia el bar sin quitarse el saco. Se sirvió un whisky doble, el sonido de los hielos chocando contra el vaso de cristal fue el único que rompió la quietud. No le ofreció nada a ella. Valentina se quedó parada en medio de la enorme sala de estar, sintiéndose pequeña y fuera de lugar, como una invitada no deseada en su propia casa.-

El apartamento era un reflejo de su matrimonio: una fachada impresionante para el mundo exterior, pero carente de alma y calidez por dentro. Cada mueble, cada obra de arte, había sido elegido por un decorador famoso para proyectar una imagen de poder y buen gusto. No había fotos personales, ni recuerdos de viajes, ni ningún objeto que contara una historia. Era un espacio diseñado para impresionar, no para vivir.

—Voy a darme una ducha —dijo Alejandro desde el bar, dándole la espalda. No era una conversación, era un anuncio.

Valentina simplemente asintió, aunque él no podía verla. Lo vio caminar por el largo pasillo hacia el ala principal del apartamento, donde estaba su dormitorio. El de él. Hacía más de un año que dormían en habitaciones separadas. Al principio, la excusa habían sido sus horarios de trabajo, sus ronquidos, cualquier pretexto trivial. Con el tiempo, la excusa se desvaneció y la distancia se convirtió en la norma, un abismo silencioso entre dos puertas cerradas.

Ella se dirigió en la dirección opuesta, hacia su propia habitación, que era más pequeña pero tenía un balcón privado. Se quitó los tacones, sintiendo un alivio inmediato mientras sus pies tocaban la fría madera del suelo. Se acercó al ventanal y lo abrió, dejando que el aire frío y contaminado de la noche bogotana le golpeara la cara.

Abajo, la ciudad era un organismo vivo, un tapiz de luces y movimiento. Millones de personas viviendo sus vidas, amando, peleando, soñando. Y ella, allí arriba, en su jaula de oro, se sentía más sola que nunca. La soledad era un dolor físico, una presión en el pecho que le dificultaba respirar.

Se apoyó en la barandilla, el metal helado contra sus antebrazos. La humillación de la noche, la indiferencia de su esposo, la frialdad de su hogar… todo se arremolinaba en su mente. Miró la inmensidad de la ciudad a sus pies y se dio cuenta de que, a pesar de estar en la cima del mundo, en realidad estaba atrapada en el fondo de un pozo muy profundo. Y por primera vez en mucho tiempo, se preguntó si tendría la fuerza para empezar a escalar.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: La Valiente Transformación de una Esposa Menospreciada