Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 1115

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"Está bien, no es difícil, gracias."

Amelia respondió con ligereza, su actitud era distante pero cortés, aunque comparado con su frialdad anterior, ya era un gran avance.

Lorenzo no sabía si estaba siendo demasiado ambicioso, pero para él, el cambio de actitud de Amelia era una señal muy positiva para su relación. Después de todo, ya no era esa determinación de no querer tener ningún trato como antes, pero quizás debido a que recientemente había estado más cerca de Amelia, comenzó a albergar algunas expectativas poco realistas, deseando que Amelia pudiera ser más cercana a ellos.

No es que esperara que fueran como hermanos que lo comparten todo, pero al menos no quería que fueran como extraños distantes.

Sin embargo, a pesar de su decepción interna, mantuvo la compostura sin mostrar sus emociones, y simplemente dijo con una sonrisa: "Me alegro. Aunque el trabajo es importante, la salud lo es aún más, no te exijas demasiado."

Amelia asintió con la cabeza: "Mhm."

Aún era cortés y educada, pero no extendió la conversación.

Dorian intervino: "Vamos a casa primero."

Yael se acercó hábilmente para tomar su maleta: "El carro está en el estacionamiento subterráneo, vámonos."

Lorenzo, siguiendo al grupo hacia el estacionamiento subterráneo, le dijo a Amelia con una sonrisa: "Has estado acompañando a Dori estos días, abuelo y abuela, papá y mamá estaban muy preocupados, querían llamarte pero temían molestarte. Ahora que finalmente has vuelto, vamos a cenar juntos en casa."

Su tono y expresión la trataban completamente como a un miembro de la familia.

Amelia no sabía cómo Lorenzo lograba cambiar de tratarla como una extraña a tratarla como familia tan fácilmente. Aunque él la había ayudado y ella estaba muy agradecida, le resultaba difícil convertir esa gratitud en una intimidad familiar, pero tampoco podía tratarlo con la frialdad de antes, por lo que continuó manteniendo una cortesía superficial al rechazar:

"No es necesario, agradéceles de mi parte."

Durante su tiempo en Bariloche, de hecho, Manuel Sabín y Óscar Sabín y Petra Sabín le habían enviado mensajes preocupándose por ella, a los cuales ella había respondido cortésmente, pero tal vez debido al tono frío y educado de sus respuestas, no se atrevieron a enviar más.

También había llamadas, pero llegaban cuando ella estaba ocupada y no contestaba, y ella no devolvía las llamadas.

No sabía si era por la falta de convivencia y de afecto, o por los eventos pasados que subconscientemente resistía, pero en realidad pensaba que el estado de no molestar a los demás era el mejor.

Pero Lorenzo evidentemente no quería eso.

Su rechazo hizo que su sonrisa se endureciera un poco, pero no insistió más para no aumentar su incomodidad, en cambio, amablemente los llevó al frente de su carro en el estacionamiento subterráneo y abrió su propia puerta del auto:

"Vayan en mi carro, yo los llevo."

"No te preocupes."

Dorian rechazó la oferta de Lorenzo con un tono suave, ya abriendo la puerta trasera del auto de Yael para que Amelia entrara primero.