Mi Frío Exmarido (Amelia y Dorian) romance Capítulo 888

Clemente también se desplomó al suelo sin fuerzas, cubriéndose la cara dolorida sin atreverse a hacer otro sonido. Amelia lo miró con ira, con una mirada que parecía querer desgarrarlo, haciendo que Clemente se estremeciera. Con dos hombres imponentes mirándolo fijamente, no se atrevió a devolver la mirada, mucho menos a protestar, solo pudo encogerse en un rincón sin decir una palabra.

Amelia se levantó y se acercó a él. Clemente, por instinto, levantó la mano para proteger su rostro.

"¿Cómo iba a saber que Frida se había ido si no me lo dijiste? ¿Cómo iba a venir?" Clemente se apresuró a explicar.

Amelia se detuvo frente a él, mirándolo: "¿Ella se contactó contigo antes de irse? ¿Dijo algo?"

"¿Cómo iba ella a contactarme primero?" Clemente dijo instintivamente, pero al levantar la vista y encontrarse con la mirada de Amelia, bajó el tono, "Le hice una llamada, me dijo que no me preocupara por las cosas de casa, que hablaríamos después de unos días, pero quién sabría…"

Quién sabría que era un truco para bajar su guardia y huir. Clemente empezó a sentir pánico al pensar que Frida se había ido, olvidándose del dolor, miró a Amelia instintivamente y dijo: "Tú siempre has sido la más cercana a Frida desde pequeñas, ella siempre te contaba a dónde iba, seguramente te dejó una nota diciéndote a dónde, ¿podrías…?"

"No sé dónde está." Amelia lo interrumpió con frialdad.

En el pasado, cuando Amelia se iba, enviaba correos programados a cada uno de ellos, dejando todo el trabajo y despedidas bien organizadas. Él suponía que Frida haría lo mismo. Amelia asintió, sin decir una palabra, sintiéndose peor que nunca.

Esa noche, en efecto, recibió un correo de Frida:

"Meli, espero que al recibir esta carta estés bien. Lamento mucho tener que despedirme de esta manera. Para cuando leas esto, probablemente ya no estaré en el país. Pero no te preocupes, estoy bien, no tienes que preocuparte por mí. Desde pequeñas, hemos recorrido un largo camino juntas, pero al final, cada una debe tener su propia vida. Me alegra que hayas encontrado tu felicidad. El resto del camino, lo seguiré sin ustedes. Que nos volvamos a encontrar si el destino lo permite."