Resumo de Capítulo 172 – Capítulo essencial de ¡Por favor, sé mi pareja! por Internet
O capítulo Capítulo 172 é um dos momentos mais intensos da obra ¡Por favor, sé mi pareja!, escrita por Internet. Com elementos marcantes do gênero Hombre lobo, esta parte da história revela conflitos profundos, revelações impactantes e mudanças decisivas nos personagens. Uma leitura imperdível para quem acompanha a trama.
Punto de vista de Riven
Esperaba sentirme aliviada, y libre de las cadenas de todo este poder y la arrogancia de la oscuridad. Pensé que me sentiría satisfecha de haber terminado con todo, con Delisia, con la oscuridad y haber recuperado el control. Ahora que había hecho lo que se suponía que debía hacer, creía que no debía quedarme. Delisia había tenido la razón en una cosa, que yo era una abominación. Había sido creada con un solo propósito, destruir todo, y fue justo lo que había hecho incluso si no quería. Había lastimado a muchas personas solo para entretenerme y esto me lastimaba por dentro.
No debía estar sintiéndome así. Esta guerra por fin había terminado.
No podía creer lo que estaba pasando, pero ¿no era lo que yo quería? ¿No fue justo por esto que había venido aquí en primer lugar? Sin embargo, ¿por qué me incomodaba ahora? No me sentía feliz como me imaginaba. Había perdido al ser más importante en mi vida en medio de todo este caos, a mi loba. Cuando la sanadora me revisó, me dijo que Rhea había caído en el abismo más profundo de arrepentimiento después de haber lastimado a su compañero. Los lobos, a diferencia de los humanos, sentían más, sobre todo cuando se trataba de sus compañeros. Como ella sabía que había sido en parte culpable de haber herido a Zaden, no quería salir para dar la cara a ninguno de nosotros, ni siquiera a mí.
Respiré hondo para controlar el sollozo contenido que estaba a punto de asfixiarme. No sabía cuándo volvería. Vomité toda la cena que Zaden me había hecho comer. Él me estaba apoyando en todos los sentidos, pero me sentía demasiado culpable. El arrepentimiento y la vergüenza de haber matado a tantas personas inocentes eran más grandes que cualquier otro sentimiento.
Zaden apartó mi cabello para que pudiera vomitar todo el contenido de mi estómago. Frotaba mi espalda, enviando chispas relajantes por todo mi cuerpo. Después de comer, bloqueé nuestra conexión. Yo pensaba que él debía estar avergonzado de mí, pero no era así.
Quería quedarme en sus brazos, pero permanecer aquí con ellos solo los pondría en peligro.
¿A esto se había referido Wendy con que tendría que tomar la decisión correcta? Creía que esta era la única manera de mantenerlos a salvo. Había vencido a la oscuridad, pero no podía matarla porque era parte de mí. Había ganado en esta ocasión, pero nadie sabía lo que me deparaba el futuro. Quería que mi cachorro tuviera una familia que lo amara y lo atesorara. No obstante, sabía que sería como yo.
Me di la vuelta para ver a mi compañero. Me sonrió y me entregó una toalla para limpiarme la cara. Luego me siguió a la cama. No quería que me dejara sola esta noche, solo deseaba observar su rostro y memorizar cada parte de él. Me resultaba difícil controlar mis emociones. Tenía miedo de que algunas escaparan y lo alcanzaran por medio de nuestra conexión. Cuanto más lo miraba a los ojos, podía ver más y más el amor que sentía por mí. Una parte de mí quería que todavía estuviéramos juntos, pero tenía miedo de lastimarlo si volvía a perder el control.
“¿Quieres que te traiga algo?”, preguntó en voz baja.
“No, gracias, pero…”.
“¿Pero qué?”.
“Quédate conmigo justo así”. Me las arreglé para responder, haciendo todo lo posible para que mi voz no se quebrara. No quería revelar lo que sentía en este momento.
“Siempre me quedaré contigo justo así”. Aparté la mirada. Sabía que él no podría cumplir esta promesa, así que mi pecho se contrajo mientras mi estómago se hundía.
Me observaba con deseo y con una mirada posesiva que nunca antes había visto en sus ojos. Eran tan intensos que podrían hacerme arder sin necesidad de usar mi magia.
“Riven, por favor, dime qué estás pensando. No me dejes fuera”, me pidió con una clara desesperación y frustración en su voz.
“No es nada. Solo pienso en mañana y en cómo reaccionarán todos”.
“No te preocupes, nos encargaremos de eso juntos”, respondió y luego agregó: “Sabes que te amo, ¿verdad?”.
Asentí.
“Y te apoyaré de todas las formas posibles”, continuó.
“Lo sé, pero…”.
“Basta… ¡No pienses en lo que pasará mañana! Dije que nos encargaríamos de eso juntos, así que no tienes que preocuparte”, dijo con un tono serio.
Comentários
Os comentários dos leitores sobre o romance: ¡Por favor, sé mi pareja!