Génova no quería que Felicia supiera eso, pero Julieta era una niña muy parlanchina, así que, antes de que pudiera detenerla, ya había contado todo. A Felicia le temblaba el labio, ya que estaba demasiado sorprendida después de escuchar a la pequeña.
—¿Trillizos? ¿No eres increíble? Espera, no. El increíble es ese anciano. Con razón vistes de forma tan miserable; debe haberte costado una fortuna criar a tres niños, supongo.
Felicia sonrió con maldad al pensar en eso. «¿Y qué si está viva? No le temo».
Julieta observó la mirada despectiva de Felicia y después miró a su madre; tenía el presentimiento de que no era amiga de Génova. Entonces, hizo una mueca.
—Géno, ¿no es tu amiga? ¿Por qué parece mirarte de manera tan antipática?
Génova miró a su hija; no deseaba que Julieta presenciara esa escena. Por mucho que odiara a Felicia y a su madre, no quería que ninguno de sus tres hijos heredaran el odio que ella sentía. Quería que crecieran felices y saludables.
—Continúa comiendo, Julieta. No la conozco así que no hables con extraños.
Julieta era una niña obediente, así que le hizo caso a su madre y se enfocó en su comida en silencio.
Felicia había estado de buen humor ese día hasta que se encontró con Génova. Nunca hubiera esperado que siguiera viva y enterarse de eso le provocó pánico; no obstante, no le prestó mucha atención a su existencia. A juzgar por el estado en el que estaba Génova, apenas podía arreglárselas y no sería capaz de vengarse de ella o su madre. Génova no era la prestigiosa hija mayor de la familia Aston como ella.
Al recordar que Patricio podía acercarse en cualquier momento, Felicia decidió no perder más tiempo hablando con la muchacha y su hija porque pensó que sería vergonzoso que Patricio la viera cerca de esa gente de clase baja. Por eso, se peinó el cabello con los dedos y se recompuso antes de esbozar una sonrisa seductora.
—Disfruta tu comida, Génova. Me aseguraré de invitarte a mi boda; trae a tus tres hijos. Habrá más comida deliciosa ese día. —Orgullosa de sí misma, Felicia dijo con voz aguda—: Me casaré con el heredero de la familia más poderosa de Puerto Aven, Patricio Logan. ¿No crees que mi vida es mejor que la tuya? ¡Ja, ja, ja! —Después, se alejó caminando de forma engreída.
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