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Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 180

Sabrina no pudo evitar mostrar resignación en su rostro. Extendió la mano y le dio un golpecito en la cabeza a Adriana.

—¿Tú sabes que cada vez que mientes se te nota a kilómetros? Te pones toda nerviosa y hasta te cambias de tema. ¿De verdad crees que no me doy cuenta?

—¡Sabrina! Ya no me presiones, ¿sí? Eres muy lista, hay cosas que es mejor que solo tú sepas —Adriana se aferró a la manga de Sabrina, usando ese tono dulce que siempre sacaba cuando quería librarse de algo.

—Tranquila, tampoco soy metiche. Si Ignacio quiere contarlo, lo hará. Si no, pues ni modo, no tiene caso forzar las cosas —Sabrina lo tenía clarísimo en ese aspecto.

Aunque fueran esposos, creía que cada persona tenía derecho a sus propios secretos. Así como ella…

Cuando llegara el momento, le contaría todo a Ignacio. Y estaba segura de que él haría lo mismo.

—Sabrina, eres de lo más comprensiva. Por eso Nacho te quiere tanto, y con razón.

—¡Ay, ya cállate! —Sabrina negó con la cabeza entre risas, pero justo en ese instante algo le llamó la atención. Un carro de lujo avanzaba despacio, el inconfundible Maybach con las placas exclusivas de Camilo.

—Mira, ahí viene el invitado de honor de hoy.

Por fin iba a comenzar el espectáculo, y a Adriana se le iluminó la mirada de pura emoción.

El carro se detuvo. Sin perder tiempo, Sabrina se adelantó con pasos ligeros, luciendo como una auténtica fan enamorada.

Antes de que siquiera abriera la puerta, Camilo ya la había visto esperándolo. En sus ojos solo había desprecio.

—¡Qué descarada es Sabrina! Seguro todavía cree que tú la quieres. Mira nada más, sabe que vienes a quitarle la presidencia a Ignacio y aquí está, esperándote —Rubén, sentado junto a Camilo, soltó una carcajada despectiva.

—Una simple paloma soñando con convertirse en ave exótica. No pasa de ser ridículo —Camilo soltó una risa burlona, disfrutando cada segundo de la escena. No solo era ahora el mayor accionista de Grupo Guerrero, sino que también podía humillar a Ignacio a placer. Y para colmo, la mujer que Ignacio quería estaba dispuesta a rendirse a sus pies.

Moría de ganas de ver la cara de Ignacio cuando se enterara de la traición de Sabrina. Seguramente sería todo un espectáculo.

Capítulo 180 1

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