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Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 208

—Cierto, eso mismo pensé cuando subí el precio. Si no, ¿cómo iba a valer él veinte millones?

—Ah, ya entiendo —dijo Sabrina, comprendiendo.

En ese momento, Adriana exclamó de repente:

—Nacho, ¡espera! Alguien ya aceptó los contratos de Sabrina y Camilo.

Una vez que un contrato es aceptado, significa que el peligro es inminente.

—¿No te dije que contactaras al administrador de la Darknet para que quitara el contrato de Sabri? —Ignacio se giró hacia Adriana, con evidente molestia.

Adriana levantó tres dedos en señal de juramento.

—Nacho, de verdad que lo busqué. Le dejé un mensaje, pero justo después el abuelo se puso mal, tuvimos que venir a Rivella a toda prisa, y luego pasó lo de Sabrina.

Una cosa tras otra. Apenas ahora tuve tiempo de entrar a la Darknet y vi que los contratos habían sido aceptados, pero el administrador tampoco me ha respondido.

Que un asesino aceptara el contrato de Camilo no importaba, bien merecido se lo tenía.

El problema era que el de Sabrina también había sido aceptado. ¡Eso sí era un problema!

—Regresemos al camarote. Yo me encargaré de contactar al administrador —le indicó Ignacio a Adriana.

El segundo piso del crucero era la zona de descanso para los pasajeros. Ignacio reservó dos habitaciones. Los precios en el crucero eran varias veces más altos que en tierra firme.

Una habitación normal costaba varias decenas de miles.

—Sabri, descansa en la habitación y por nada del mundo salgas. Si te aburres mucho, cuando vuelva te acompaño a dar una vuelta por el crucero —le recomendó Ignacio.

—No te preocupes por mí, ve a hacer lo tuyo. Estaré bien.

—Termino rápido y vuelvo. —Dicho esto, Ignacio se fue con Adriana a la otra habitación.

Nuestro precio es solo 1/4 del de otros proveedores

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