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Reencarné y mi Esposo es un Coma romance Capítulo 34

Al oírla, los ojos de Julieta se abrieron de par en par, incrédula.

Recordó la pregunta de Sabrina sobre si había hecho algo más para perjudicar a Ignacio, y la conversación que acababa de tener con Betina.

¿Acaso Betina le había contado todo?

De lo contrario, ¿por qué echarla solo a ella?

—¡Has sido tú! ¡Me has tendido una trampa! —le espetó a Betina—. Siempre supe que no eras de fiar, ¡pero no pensé que fueras tan víbora! ¡Me has echado toda la culpa para quedarte con todo!

—¿Estás loca? ¿Qué tengo que ver yo con tus fechorías? No intentes culparme a mí —saber que Julieta era expulsada de la casa le producía a Betina un placer inmenso.

Con su rival fuera, el puesto de señora de la casa podría ser suyo, y con él, todos sus beneficios.

—¡Abuelo, he dado tanto por esta familia, y usted lo ha visto! ¿Y ahora me echa por un simple error? ¡No es justo! —gritó Julieta, con la mirada clavada en Betina, convencida de que ella había conspirado con Sabrina y Felipe.

¡Llevaba años codiciando su puesto!

Betina, impávida, levantó la barbilla y la miró con una expresión de suficiencia.

—Yo solo veo a una persona codiciosa. ¿Necesitas que te explique a qué me refiero? —la desafió Felipe.

No aplicarle el castigo familiar ya era un gran favor.

—Abuelo, yo… —intentó defenderse Julieta.

—Una palabra más y te irás a la capilla a recibir el castigo antes de que te eche de aquí —sentenció Felipe. Julieta se calló de golpe.

—De acuerdo. Iré a hacer mis maletas —dijo, y antes de irse, fulminó a Sabrina y a Betina con la mirada.

Capítulo 34 1

Capítulo 34 2

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