Seduciendo al suegro de mi ex romance Capítulo 126

Me sonrojé por sus palabras; no lo tomaba por alguien que se preocuparía por algo así, especialmente cuando se trataba de mí.

—No deberías ser tan duro con él. Es tu sobrino...

—Lo que lo hace peor —murmuró Gavin—. Es familia y mi familia nunca levanta la mano contra las mujeres. No puede quedar sin castigo.

Sabía que no había forma de cambiar su opinión sobre esto; mordí el interior de mi mejilla y bajé la mirada hacia mis manos.

—Me pidió que fuera su novia —susurré, haciendo que Gavin se tensara a mi lado—. Y le dije que no. Estaba enojado conmigo... dijo algunas cosas bastante crueles.

—¿Por qué rechazaste su oferta?

No sonaba acusatorio, más bien curioso, como si estuviera tratando de mantener la conversación. Mi corazón se hinchó un poco más pensando que tal vez sí se preocupaba por mí... al menos un poco.

—No sentía lo mismo por él —admití—. No quería lastimarlo... pero no me gustaba de la misma manera que yo le gustaba a él.

Gavin asintió, su expresión suavizándose.

—Y se enojó —dijo suavemente; no era una pregunta, pero asentí de todos modos.

—Sí —confirmé—. Se enojó.

Gavin me rodeó con un brazo y me atrajo a su lado, envolviéndome con su calor y confort. Sentí que mi cuerpo se relajaba casi inmediatamente y mi corazón se calmó.

—Pensé que habíamos decidido que la otra noche fue un error, y que íbamos a fingir que nunca sucedió —solté antes de poder detenerme.

—Tú decidiste eso.

Levanté las cejas y lo miré.

—¿Y eso no es lo que tú querías? —le pregunté.

—Realmente no estaba pensando en eso —admitió.

—¿Y ahora?

Estuvo callado por un momento; al principio, no pensé que fuera a responder mi pregunta, pero luego dejó escapar un suspiro tembloroso.

—Y ahora, creo que deberíamos estar juntos.

Mi corazón se detuvo en mi pecho y mi mandíbula casi se cae.

—Disculpa... ¿qué?

Rodó los ojos, pero pude ver la picardía en su rostro.

—Concéntrate —murmuró, golpeando suavemente mi frente con su nudillo.

—Ha pasado un tiempo desde que hice todo esto de las citas y estoy un poco oxidado —admitió—. Pero ahora que he probado un poco de ti... no creo que pueda simplemente fingir que no sucedió. —Su tono se volvió seductor al final y un escalofrío subió por mi columna mientras mis mejillas se encendían de calor.

Mordí mi labio mientras lo miraba.

Definitivamente iba a arrepentirme de esto en algún momento, pero no pude evitarlo. Asentí, con mis ojos fijos en los suyos.

—De acuerdo —dije suavemente—. Estemos juntos.

Sonrió, pero luego su rostro se volvió serio.

—Por supuesto, no podemos decírselo a nadie por ahora. No puede hacerse público. Necesitamos mantener esto en secreto. Los medios no pueden enterarse. ¿Estás bien con eso?

Mi mejilla se sonrojó nuevamente, y sentí un dolor en mi pecho por sus palabras. Él me salvó de ser el secreto sucio de Ethan... pero ahora me estaba convirtiendo en el suyo.

—Sí —dije finalmente—. Estoy bien con eso.