POV de Gavin
—Cada mucama fue investigada, señor —me informó uno de mis gammas—. No sabían nada sobre el crimen y se asombraron de que ella hiciera tal cosa. Sin embargo, ninguna de ellas la respaldará, temiendo el destierro.
Asentí y tamborileé mis dedos en mi escritorio.
—¿Y esa mucama se fue?
—Sí, Alfa. Según sus órdenes. La escoltamos fuera de la propiedad de la manada hace un par de horas.
—Acabo de enviar un memo a otros Alfas informándoles de sus crímenes y que tampoco deben permitirle entrar a sus manadas —dije, recostándome en mi asiento.
—Sí, Alfa —acordó el gamma—. ¿Hay algo más que pueda hacer por usted?
Justo cuando estaba a punto de responder, la puerta de mi oficina se abrió y Taylor entró al cuarto. Se detuvo cuando vio al gamma.
—Eso es todo —le dije al gamma—. Puedes retirarte.
Asintió y se fue, sonriéndole cautelosamente a Taylor mientras pasó. Taylor cerró la puerta después del gamma y se volteó para enfrentarme.
—¿Alguna información nueva? —preguntó.
—Ninguna de las mucamas sabe nada —murmuré—. Y la mucama que cometió el crimen se fue hace mucho. No debe poner un pie en otra manada.
—Perfecto —dijo Taylor, con una sonrisa astuta en su rostro—. Probablemente estará muerta al atardecer.
—Si tenemos suerte —murmuré—. ¿Pudiste hablar con Judy?
Taylor frunció el ceño, y de repente, se veía inquieto. Miró sus pies por un momento, negándose a encontrar mis ojos. Me enderecé en mi asiento y entrecerré los ojos hacia mi Beta.
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